Marlaska mantiene su versión sobre Melilla, pese al vapuleo en el Congreso
Las explicaciones no convencen al hemiciclo, del que se ausentaron los otros ministros
El ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska vivió ayer un déjà vu en la tribuna del Congreso de los Diputados. Acudió por segunda vez para dar explicaciones sobre la tragedia de la valla de Melilla. Se subió “tranquilo”, “con confianza plena” en la actuación de la Guardia Civil y “convencido” de que no tiene ningún motivo para dimitir, tal y como trasladaron fuentes de su entorno. Y así, repitió punto por punto “los mismos hechos” que narró en su anterior comparecencia “porque no hay otros”: “Por mucho que moleste a quienes, desde su sesgo y su verdad preconcebida, querrían otra verdad”. ¿Y a quién se refería? Todos los partidos que conforman el arco parlamentario –a excepción del PSOE–, que lo vapulearon durante un debate de casi cuatro horas.
El exmagistrado de la Audiencia Nacional reiteró su verdad sobre lo ocurrido como si este último mes no se hubiese publicado ninguna información que pusiese en duda su versión. Reiteró que el salto masivo a la valla del pasado 24 de junio fue “un ataque violento a la frontera” en el que hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, pero también los daños sufridos por más de medio centenar de guardias civiles. Insistió en que los hechos protagonizados por inmigrantes tuvieron lugar “principalmente fuera” de territorio español. Y reiteró que nadie murió –“hecho trágico”, lo llamó– en territorio nacional. Así se reafirmó ante el pleno, en el que la bancada azul que corresponde al Gobierno estaba completamente vacía y en el resto se escuchaban los murmullos de los que estaban dispuestos a responder.
Cargaron contra él la derecha y la extrema derecha. No escatimaron en insultos. La portavoz del Partido Popular, Ana Belén Vázquez llamó al miembro del Gobierno “miserable”, “cobarde”, “mentiroso” e “indecente” con los aspavientos a los que tiene acostumbrados a la Cámara. La popular usó más de una veintena de veces la fórmula “usted es consciente de que ha mentido a los españoles” para reprender al titular de Interior, a quien recriminó el escudarse tras la Guardia Civil. “Váyase, señor Marlaska”, le espetó, emulando a José María Aznar.
Cargó contra él uno de los partidos que conforman el Gobierno de coalición. Pero en esta ocasión, Enrique Santiago (Unidas Podemos) enterró parte del hacha de guerra. Ni pidió su dimisión, ni amenazó con apoyar una comisión de investigación. Pese a que sí dio valor a las informaciones que sitúan a inmigrantes fallecidos en España, centró su intervención en reclamar que se cambie la ley para evitar avalanchas como la de Melilla, y esto, a su criterio, pasa por facilitar que se puedan tramitar las solicitudes de refugio y asilo antes de entrar en España.
Y cargaron contra él los socios habituales del Ejecutivo en el Congreso. Los portavoces de ERC, EH Bildu y PNV cuestionaron que Marlaska siga ocupando la cartera de Interior porque, a su juicio, no ha contado la verdad sobre la actuación de los agentes en la frontera, el lugar exacto donde hubo fallecidos, las devoluciones en caliente que se practicaron y la presunta falta de auxilio a heridos de la valla.
Pese a este asedio, el ministro tenía un as bajo la manga: un guiño para los guardias civiles y un caramelo envenenado para el Partido Popular, cuya postura en este asunto está levantando suspicacias entre las asociaciones de la Guardia Civil. Marlaska anunció que se hará cargo de la defensa de cualquier agente que pueda verse afectado por difamaciones, como las palabras de Esteban González Pons, quien dijo que se negó la atención sanitaria a los que estaban muriendo en España. “Ante estas acusaciones tan graves a la Guardia Civil me van a tener enfrente a mí”, repitió Marlaska. Fuentes de Jucil, la asociación mayoritaria, aplauden la defensa que está haciendo el ministro. Es la primera vez, en cuatro años, que están de su lado.
El ministro Marlaska va desnudo por más que sus palmeros digan que va vestido”
Ana Belén Vásquez (PP)
¿Y si había muertos en territorio español, qué? No los hubo, pero fue un milagro”
Javier Ortega Smith (Vox)
Hagamos las reformas legales para que nadie tenga que saltar una valla”
Enrique Santiago (Podemos)
Si los fallecidos fueran blancos y no negros y pobres, no seguiría de ministro”
Maria Dantas (ERC)
Insisten una y otra vez, pero me gustaría que nos aclarase dónde empieza España”
Jon Iñarritu (EH Bildu) '