El Barça honra a Víctor Tomàs
El equipo blaugrana regaló a su excapitán una soberbia victoria con remontada heroica ante el Kiel para consolidar su liderato y favoritismo en Europa
No pudo despedirse jugando un partido oficial en el Palau Blaugrana como había soñado al retirarse, pero finalmente Víctor Tomàs (Barcelona, 37 años) pudo recibir su merecido homenaje a las 23 temporadas –18 en el primer equipo– defendiendo los colores azulgrana y ver su número 8 colgado en el templo. La afición culé y el club le tributaron agradecimiento eterno, y el equipo le regaló una victoria importantísima en la Champions, séptima en ocho partidos, ante el Kiel (26-24), para consolidar el liderato del grupo B.
Después del tropiezo en el Wunderino Arena la semana pasada (30-30, el primer punto cedido en la Champions), el conjunto de Carlos Ortega tenía ganas de desquite. Y el Palau, ansias de festival goleador, como prolegómeno al homenaje posterior. Sin embargo, el Barça sufrió de lo lindo. No salió bien en defensa y encajó un rápido 0-3, auspiciado por las cuatro paradas seguidas del inefable Landin. Demasiado blando en defensa y previsible en los ataques, el Barça pagó el mal arranque yendo todo el primer tiempo a remolque.
Fue mejorando con el paso de los minutos, llevando el duelo a una dinámica de réplicas y contrarréplicas, y con las paradas de Pérez de Vargas y los goles de Aleix Gómez, Ariño, Mem y N’guessan pudo irse al descanso con 13-13, un mal menor.
Le tocó remar a contracorriente en el segundo tiempo con el 1619 de Ekberg, primera desventaja de 3 goles. Ortega se la jugaba con Makuc en la batuta, Langaro y Janc, habituales segundas unidades, y con ellos el Barça se levantó. Con un parcial de 4-1 (dos goles del joven esloveno) igualó el duelo (20-20) y despegó con el empuje de la caldera del Palau, que se calentó en los últimos 10 minutos de locura y de pasión. N’guessan sentenciaba la soberbia remontada con el 26-24. Una remontada heroica para apuntalar al líder y para llevar a ebullición el posterior homenaje a Víctor Tomàs. Un tributo espectacular, emotivo, con el excapitán vestido de corto, con el brazalete, y el Palau coreando su nombre, rodeado de sus excompañeros y amigos. Como siempre había soñado Viti.c