Peralada construye un espacio escénico fijo con butacas al aire libre y salas polivalentes
El proyecto cuesta más de cuatro millones de euros y no recibe subvenciones
el Festival de Peralada está a punto de ver culminado un proyecto largamente acariciado que lo ha de situar como una de las venues estivales de referencia por lo que respecta a las artes escénicas en el sur europeo. se trata de la construcción de un auditorio fijo y robusto que se situará en el mismo emplazamiento que ocupaba en los últimos años la estructura mecánica y tubular del auditori del Parc, en los jardines del Castell.
el Grup Peralada ha encargado a Jordi Marcé arquitectes el diseño del espacio, respetuoso con el entorno monumental y medioambiental. el proyecto, con el que se “ganará en confortabilidad y comodidad para ofrecer al público una experiencia memorable”, según apunta la organización, contempla nuevos estudios acústicos para mejorar la sonorización y adaptar la acústica para la ópera y la lírica al aire libre. aparte de un patio de butacas noble con capacidad máxima para 1.566 personas – adiós a las sillas de playa para asistir a las delicatessen operísticas–, la obra incluye una caja escénica con una sala de ensayos polivalente que acogerá residencias musicales, un espacio museístico que ponga en valor la trayectoria del festival y una futura aula de artes escénicas que marcará la diferencia en la proyección del festival.
“esta venue ha de ocupar un espacio en el empordà equivalente al que el Liceu ocupa en barcelona, el real en Madrid o la Maestranza en sevilla”, indica el director artístico del certamen, oriol aguilà. serán 6.624 m2 utilizables, con un edificio adosado que contendrá oficinas, salas de prensa y de contenidos audiovisuales. “era el momento de apostar por un nuevo edificio integrado dentro del parque que responda a criterios medioambientales, de modernidad y de transformación social para posicionarnos en el epicentro cultural europeo”, apunta Isabel suqué, presidenta de la Fundació Castell de Peralada.
el coste del proyecto, financiado por la familia suqué Mateu, propietaria del lugar, supera en su primera fase –hasta la inauguración en verano de 2024– los 4 millones de euros sin que ninguna administración haya hallado la forma de colaborar dado que, a pesar de que cumpla un servicio público a través del Campus d’estiu y demás actividades pedagógicas, y a pesar de que contribuya a dinamizar la red de equipamientos culturales del alt empordà, la obra arquitectónica se encuentra en un recinto privado.
Ni siquiera los fondos europeos Next Generation pueden solicitarse para la obra, pues es requisito contar con un equipamiento que rehabilitar o reformar. “existimos desde hace 37 años pero sin una sede estamos en el limbo”, asegura aguilà. aún así, se podrán solicitar para el proyecto audiovisual, entre otras cosas.
Las obras prevén estar listas en marzo de 2024, por lo que obligan a programar este verano un festival reducido que, al igual que el nuevo de Pascua, se celebrará en la iglesia y el claustro. el regreso de Jordi savall a esta plaza es una de las citas a destacar de un cartel que se anunciará esta primavera.
La obra obliga a programar este año un festival reducido que, al igual que por Pascua, se celebrará en la iglesia