Íntimo y cómplice
Inaugurando el nuevo festival Íntims, el cantaor José Mercé pasó por barcelona protagonizando una sesión singular, tanto por las dimensiones de la sala –el ciclo que nos ocupa se singulariza organizando sesiones en petit comité– como por el contenido del concierto. aunque nuestro artista ocupará la mayoría de la agenda de este año presentando su último disco, El oripandó, el sábado optó por una propuesta consagrada a los cantes más enraizados que, según dijo Mercé con buen criterio en cierto momento, “no se pueden dejar”. en el tramo final, rescató también un par de grandes éxitos de su trayectoria, como la muy celebrada adaptación del tema de Luis eduardo aute Al alba y la afortunada Aire.
ambiente ideal, porque propiciaba la complicidad entre artistas y público. La cosa fue de lo profundo a lo jaranero servida en dos tiempos, ya que en una primera mitad el artista de Jerez de la Frontera cantó con la única compañía del más que excelente guitarrista antonio Higuero, mientras que en un segundo segmento se unieron a la fiesta cajón y tres palmeros/coristas.
Descorcharon la noche unas malagueñas de enrique el Mellizo, pasando a renglón seguido a cantar por soleá. Función planteada en forma de tragos largos, idónea hoja de ruta que nos permitía disfrutar plenamente tanto de la ejecución de este cantaor de registro rajado, sanguíneo y sabio, como de las maravillas que hilvanaba Higuero, particularmente brillantes ambos en unos seguiriyas que devendrían lo más brillante de la jornada. tras un pase por fandangos, y con el resto del equipo ya en escenario, afrontamos el trecho más expansivo de la noche, que transitó por alegrías, bulerías y, ya como único bis de la comparecencia, unos tangos que quitaban el aliento.