El camaleón de Trump
Ya han pasado tres décadas desde que, el 5 de abril de 1991, el programa Camaleó de TVE-2 informó de un golpe de estado en la unión soviética y la muerte de Mijaíl Gorbachov. en Youtube se puede recuperar a un jovencísimo Pitu abril dando paso a la Cnn para seguir una rueda de prensa del gobierno justo en el momento que el portavoz americano se despedía. “sembla que hem arribat tard”, se lamentaba, antes de mostrar tanques soviéticos. al final del programa, un camaleón atravesaba un letrero que rezaba: “aquest informatiu ha estat una ficció televisiva”. una ficción premonitoria, porque Gorbachov sucumbió cinco meses después a un golpe de estado y la unión soviética se disolvió.
La reacción de TVE fue fulminar el programa, pero hoy recordamos aquel atrevimiento analógico como un aviso crítico de una fórmula de contaminación informativa que se ha sofisticado en la era digital, hasta el punto de que hoy la falsificación informativa es indistinguible de la información veraz.
La semana pasada, un hilo de Twitter simuló la detención de Donald Trump. De hecho, el mismo Trump, erigido en sumo sacerdote de las fake news, la había anunciado para el martes sin fundamento alguno. no sé si cuando lean esta columna ya le habrán detenido, pero las nuevas herramientas de la inteligencia artificial ya han generado una secuencia de imágenes falsas que muestran el momento de la detención, un forcejeo osuno con la policía, Trump en el juzgado y, finalmente, en la cárcel.
en las cuatro últimas fotos de la serie luce la ropa naranja que debe de ser habitual en los presidios americanos. en la primera firma en un libro de control, en la segunda aparece limpiando con guantes de látex azul y un mocho raro, en la cuarta levanta unas pesas con los antebrazos, pero la mejor sin duda es la tercera: Trump con gafas sentado al lado de unas rejas con un libro en las manos. es decir: Trump leyendo como imagen icónica del castigo. La Ia es la nueva CIA. al final del hilo, Trump se escapa de la trena, pero nosotros ya no saldremos de ella nunca más, condenados a vivir en la incredulidad para siempre. Hoy los hermanos Karamázov saben que el dios muerto se llamaba Veracidad.c
Un reo Trump gafotas leyendo un libro es la imagen icónica del castigo para la IA