Víctimas de una guerra
Barcelona rehabilitará el panteón donde descansan los restos de centenares de soldados muertos en las batallas de Cuba y Filipinas
Pasear por el cementerio de Les Corts supone realizar un viaje por la historia de Barcelona. Uno de los monumentos funerarios de mayor tamaño del camposanto recuerda a las víctimas de un conflicto bélico de hace más de un siglo. En un panteón descansan los restos de más de 720 soldados repatriados fallecidos en las guerras coloniales de Cuba y Filipinas, episodio conocido como el desastre del 98. El Ayuntamiento decidió costear este mausoleo y lo inauguró en 1904. Ahora, el Consistorio lo rehabilitará próximamente y trabajará en su señalización para que se conozca más con aportaciones de la tasa turística.
Una gran cruz con el escudo municipal y la inscripción “El Ayuntamiento de Barcelona a los repatriados de ultramar” preside esta imponente cripta. A ambos lados hay unas escaleras. Tras descender por ellas y atravesar una puerta de rejas de hierro aparecen los centenares de nichos numerados de una forma perfecta en varias salas. En unas placas se detallan los nombres y apellidos con los correspondientes números de las personas inhumadas. En este espacio descansa José Auleda Pujol con el número 73. En la visita, están presentes dos de sus descendientes, los hermanos Sebastià y Josep Auleda, de 82 y 81 años respectivamente. Su antepasado fue un primo de su abuelo y descubrieron hace poco que estaba enterrado aquí. “Ha sido una sorpresa muy gratificante. Nuestro familiar llegó muy mal de la guerra de Cuba y mi padre decía que tenía una dolencia en el estómago de la que se curó comiendo caracoles crudos”, rememora Sebastià. Por las investigaciones realizadas, han podido comprobar que en el Archivo General Militar de Segovia se conserva un expediente personal a nombre de José Auleda, del que se dice que pertenecía al cuerpo de infantería e ingresó en el ejército en 1882. Tras este descubrimiento, Sebastià retomará el árbol genealógico. En esta tarea también se unirá su hermano Josep: “No me había preocupado sobre este asunto y a partir de ahora le ayudaré”.
“Esta guerra colonial afectó especialmente a los hijos de familias humildes. En aquellos momentos, el sistema de reclutamiento vigente permitía a los miembros de familias acomodadas redimir el servicio militar obligatorio con el pago de la desorbitada cifra de 2.000 pesetas en metálico o pagando un sustituto”, explica el historiador Daniel Venteo.
Además de adecuar el espacio, el Ayuntamiento ha organizado una exposición comisionada por Venteo en la sede del distrito de Les Corts hasta el 30 de abril que recuerda la historia del mausoleo y las personas allí enterradas. “Con esta actuación
La tasa turística costeará la intervención en el monumento funerario del cementerio de Les Corts
hacemos una investigación historiográfica para contextualizar el monumento y conocer la significación histórica del panteón y al mismo tiempo le damos luz y visibilidad para dar valor, dignidad y memoria histórica a la significación en vidas que representan los osarios del panteón”, destaca el concejal del distrito de Les Corts, Joan Ramon Riera.c