Muere la viuda de Borges, María Kodama
Experta en literatura inglesa, se convirtió en celosa guardiana del legado del escritor argentino
En la antesala del balcón del Ayuntamiento de Barcelona, María Kodama descansaba en una silla mientras en la plaza de Sant Jaume se levantaban castells. Era la diada de la Mercè del 2015 y la eterna viuda de Jorge Luis Borges (1899-1986) formaba parte de la delegación de Buenos Aires que había viajado a la capital catalana como ciudad invitada a la fiesta mayor de ese año.
Entonces tenía 78 años y mantenía la inquietud de seguir viajando, como había hecho por todo el mundo junto a Borges desde finales de los sesenta, lo que quedó plasmado en Atlas (1984),obradel escritor con fotos de Kodama que posteriormente dio lugar a una exposición itinerante que en el 2015 vino a presentar a Barcelona. “Yo tenía que describirle el mundo”, explicó su viuda en referencia a la ceguera del autor.
La misma inquietud cultural tenía en Buenos Aires, donde era frecuente encontrársela en eventos culturales, ya fuera la inauguración de una feria de arte o una exposición o en un concierto. En esas ocasiones, Kodama era siempre amable: con voz dulce y paciencia explicaba una y mil veces sus vivencias con Borges, a quien reverenciaba con sus palabras.
Esa imagen de terciopelo contrastaba con los odios que levantaba en el mundillo literario, que la criticaba por su excesivo celo sobre el legado del escritor, de quien era heredera de los derechos de sus obras, lo que la llevó a diversos enfrentamientos, muchos de los cuales acabaron en los tribunales.
Uno de los litigios en que se enzarzó le generó mucha más antipatía entre quienes consideraban que se había apropiado de la memoria de un argentino universal. Fue el caso de un escritor argentino hasta entonces desconocido, Pablo Katchadjian, a quien Kodama denunció en el 2015 por plagio y fraude tras publicar –200 ejemplares– lo que este autor y profesor consideró un “experimento literario”. Katchadjian había añadido 5.600 palabras a El Aleph, retitulándolo El Aleph engordado. La demanda motivó la repulsa de cientos de artistas que firmaron un manifiesto contra Kodama, entre ellos César Aira o Ricardo Piglia. Dos años después, Kodama perdió el juicio y el abogado de Katchadjian le colgó el cartel de “litigante serial”.
Hija de argentina y japonés, Kodama nació en Buenos Aires en 1937. Traductora especializada en literatura sajona e islandesa, se graduó en Literatura en la Universidad de Buenos Aires; pero había conocido a Borges mucho antes de su etapa universitaria, a la temprana edad de 16 años, cuando el escritor tenía 54.
El año pasado, en una entrevista a La Nación, Kodama recordaba la rocambolesca manera en que conoció a Borges, a quién comenzó a frecuentar inmediatamente, a pesar de que sus padres no aprobaban una relación con un hombre 38 años mayor: “Un día voy caminando por (la calle) Florida a comprar libros para el colegio y casi tiro
Kodama tenía 16 años cuando conoció a Borges, 38 años mayor, y se casaron dos meses antes la muerte del autor
al suelo a Borges. Le digo: ‘Perdóneme, casi lo tiro’, y le conté que lo había escuchado una vez cuando era chica. ‘Claro, usted es grande ahora. ¿En qué trabaja?’, me preguntó. ‘Estoy en cuarto año del bachillerato’, le dije, y agregué que iba a estudiar Literatura porque me gustaba leer, pero sobre todo quería leer griego y latín. Entonces, me invitó a estudiar con él inglés antiguo. ‘¿Shakespeare?’, pregunté. ‘No, mucho más antiguo, siglos VI y VII. Le pregunto si no quiere que estudiemos juntos’. Y ahí empezamos a estudiar juntos, en la confitería Richmond”.
La relación se intensificó en los sesenta, a pesar de que Borges estuvo casado tres años (1967-1970) con la escritora Elsa Astete. No obstante, el matrimonio con Kodama –por poderes, en Paraguay– no tuvo lugar hasta dos meses antes de la muerte del escritor en Ginebra en 1986.
En 1988 fundó la Fundación Internacional Jorge Luis Borges para gestionar el legado del escritor. Además de Atlas, Kodama y Borges firmaron juntos Breve antología anglosajona (1978). También publicó Homenaje a Borges (2016) y el libro de cuentos Relatos (2017). Y fue editora de las revistas Prisma y Proa.
María Kodama murió ayer a los 86 años en su casa de Vicente López, a las afueras de Buenos Aires, tras padecer un cáncer de mama.c