No deja ni las migajas
Bagnaia multiplica las ganancias con pleno de puntos (37) y Viñales regresa al podio con Aprilia
Mientras Marc Márquez, con gesto abatido, entonaba el mea culpa en la caravana de HRC, del paddock llegaban los gritos de júbilo, los “hip-hip, hurra” del garaje vecino de Ducati. Sigue la fiesta en el equipo rojo con su campeón, que no se cansa de ganar. Pecco Bagnaia no dejó ni las migajas en Portimão. Fue el gran vencedor del primer Gran Premio del 2023 al hacer el pleno adjudicándose las dos victorias, la de la carrera larga (25 puntos) y la de la Sprint del sábado (12).
El italiano, que ya era el gran favorito para los rivales desde que aplastó en los tests de pretemporada, fue implacable en las dos carreras. Pero, sin quitarle méritos, pudo multiplicar sus ganancias en Portugal con la acción desafortunada de Marc Márquez embistiendo a Jorge Martín y a Miguel Oliveira, dos de los rivales que tenían mejor ritmo. Así que, sin pedirlo, Pecco se quedó pronto sin la amenaza de tres rivales que podían inquietarlo; de hecho, eran los tres pilotos que le seguían más de cerca.
Sin ellos detrás, Bagnaia vio una autopista. Su cazador pasó a ser Maverick Viñales, que paulatinamente se fue descolgando (hasta 1,2 segundos a falta de cuatro vueltas) y nunca le inquietó para asegurarse la victoria.
“Nos sentíamos preparados después de los test y fuimos al límite”, decía Bagnaia, que se siente más fuerte, en un momento dulce, porque “esta moto se ajusta a mi estilo de pilotaje mucho mejor que la del 2022”. Pese a su baño portugués, Pecco cree que la temporada no será fácil para él. “Las Aprilia y el resto de las Ducati lo van a poner difícil”.
Pol Espargaró, en Barcelona
Por su parte, Pol Espargaró fue trasladado a Barcelona ayer de madrugada e ingresado en el hospital Dexeus, pendiente de ser operado. En su caída del viernes sufrió “una fractura mandibular, una contusión pulmonar, una pequeña fractura de la vértebra cervical 5 y una fractura de una vértebra dorsal”.