Amnistía denuncia el doble rasero en la defensa de los derechos humanos
En su informe anual critica que Occidente no actúa igual con las diversas crisis humanitarias
La respuesta internacional a la invasión rusa de Ucrania en febrero del 2022 fue clara y contundente, especialmente por parte de los países occidentales. Rechazo, sanciones, investigación de los crímenes que estaban y siguen ocurriendo, apertura de fronteras para los refugiados del conflicto… Una actitud que debería de ser la norma ante cualquier vulneración de los derechos humanos en cualquier parte del mundo, pero que, según ha señalado Amnistía Internacional en su informe anual, solo se mantiene en función de los intereses de las naciones. La organización denuncia el “doble rasero” y la “hipocresía” internacional en la defensa de los derechos humanos.
“Los estados no pueden criticar las violaciones de derechos humanos primero y luego consentir abusos similares en otros países solamente por proteger sus propios intereses. Es inadmisible y erosiona los fundamentos del sistema universal de derechos humanos”, afirma la secretaria general de la organización, Agnès Callamard.
El informe denuncia que la contundencia de Occidente en su respuesta a la agresión rusa contrasta con la tibieza ante las graves violaciones de derechos humanos que están cometiendo algunos de sus aliados, como Israel, Arabia Saudí y Egipto.
Por otro lado, también destaca el empleo por parte de China de tácticas de mano dura para impedir la acción internacional en respuesta a los crímenes contra la humanidad que ha cometido, así como la inacción de las instituciones globales y regionales (maniatadas por los intereses individuales de sus estados miembros) para responder adecuadamente a conflictos en los que miles de personas están perdiendo la vida, como son los de Etiopía, Birmania y Yemen.
Amnistía constata que, para la población palestina de la Cisjordania ocupada, el 2022 fue uno de los años más mortíferos desde el 2006. Las fuerzas israelíes mataron al menos a 151 personas palestinas, incluidas decenas de niños y niñas. Las autoridades israelíes continuaron obligando a personas palestinas a abandonar sus hogares y el Gobierno puso en marcha planes para ampliar drásticamente los asentamientos ilegales. En lugar de exigir el fin del sistema de apartheid israelí, muchos gobiernos occidentales optaron por atacar a quienes lo denunde ciaban, asegura el informe.
En relación con Estados Unidos, Aministía señala que, pese a haber admitido en su territorio a decenas de miles de personas ucranianas, entre septiembre del 2021 y mayo del 2022 expulsó a más de 25.000 personas haitianas y sometió a muchas de ellas a tortura y otros malos tratos.
En ese mismo sentido, los estados de la Unión Europea abrieron sus fronteras a la población ucraniana y demostraron tener capacidad para acoger a grandes cantidades de personas que buscaban seguridad. Sin embargo, muchos estados europeos mantuvieron sus fronteras vetadas a quienes escapaban de la guerra y la represión en Siria, Afganistán y Libia.
Este doble rasero de Occidente, afirma la organización, ha envalentonado a países como China y ha permitido a Egipto y Arabia Saudí eludir, ignorar y desviar las críticas que se les han hecho sobre sus respectivos historiales de derechos humanos.
Pese a las masivas violaciones derechos humanos cometidas contra la población uigur y otras minorías musulmanas, en el 2022 China eludió la condena de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Este último designó a un relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Rusia y estableció un mecanismo de investigación sobre Irán a raíz de las protestas tras la muerte de Mahsa Amini. Sin embargo, votó no seguir investigando ni debatiendo las conclusiones de la ONU sobre la comisión de posibles crímenes de lesa humanidad en la provincia china de Xinjiang.
Amnistía constata que el 2022 ha sido también un año de retrocesos en los derechos de las mujeres tras la decisión del Supremo estadounidense de anular la protección al derecho al aborto, las restricciones al derecho a la educación impuestas por los talibanes en Afganistán y la inacción de países como India o Pakistán para perseguir la violencia de género.c
Los países occidentales critican a Rusia por invadir Ucrania, pero no actúan igual con Israel, Arabia Saudí o Egipto