La Vanguardia

De la herencia al legado

- Sergi Pàmies

Los superhéroe­s también sufren. Después de un esfuerzo de omnipresen­cia iberoameri­cana, el presidente Pedro Sánchez compareció en la Moncloa para anunciar dos cambios de ministros. ASánchezse­l e veía cansado: movía las manos y las cejas con descoordin­ación. Llegó cinco minutos tarde, pero se le perdona teniendo en cuenta que la última vez que salió por la tele, luciendo la guayabera que se ha convertido en etiqueta tropical, estaba en santo domingo. Y además no debemos ser tanim pacientes ni sacralizar­la idea de trabajar sin descanso.

Es una idea que defiende Gabriel Boric Font,elp residente de chile, que, un año después de formar Gobierno, mantiene su compromiso de esforzarse sin descanso. ABoric y a Sánchez les conviene descansar de vez en cuando, aunque solo sea para, como les pasa a los que tenemos la suerte de trabajar haciendo lo que nos gusta, darse cuenta de la insipidez de los momentos de reposo o desconexió­n. A Sánchez aún le quedaron fuerzas para decir que España necesita una década de gobiernos progresist­as para revertir los destrozos provocados por la década anterior. Es el síntoma de un nerviosism­o electoral que suele confundir la herencia recibido –diagnóstic­o– y el legado –tratamient­o–.

No sé si como consecuenc­ia de un exceso de herencia o de legado, el Gobierno de Rumanía ha presentado a un asistente virtual pensado para ayudar a los ministros y al presidente a escuchar a sus compatriot­as. Hace años que los filtros para escuchar y atender a los ciudadanos se han pervertido a través de escudos informátic­os y, tras la pandemia, con un laberinto de citas previas y abusos tecnológic­os que distancian a la Administra­ción de cualquier necesidad –ya no digamos urgencia– ciudadana. Este invento agravará la sensación de orfandad y perpetuará el recurso de negar la evidencia a través de estadístic­as convenient­emente manipulada­s no solo por la inteligenc­ia artificial, sino por la perversida­d natural.

¿Os ha afectado el cambio de hora? Ayer, Jordi Joan Baños explicaba en una de sus crónicas que, en Líbano, el Gobierno ha instaurado dos horarios simultáneo­s para aplacar el malestar de la mayoría musulmana, que, en pleno Ramadán, no estaba dispuesta a esperar una hora más de ayuno por un capricho de la alta burocracia. Esta será, vaticino, la rendija definitiva. Todas las reclamacio­nes contra los caprichos del cambio de hora que se han hecho desde argumentar­ios aparenteme­nte racionales han fracasado. El malestar de mayorías que pueden influir en los resultados electorale­s, en cambio, es definitivo para acelerar las cosas y crear un contexto de horario a la carta. Ojalá los administra­dores de estas decisiones no sean robots y, al final, se imponga la buena gestión de los funcionari­os que, contra todo pronóstico, consiguen torear la deshumaniz­ación tecnológic­a que el sistema les obliga a aplicar con el recurso ancestral de ser atentos, competente­s y, en consecuenc­ia, disidentes.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain