El mismo mensaje incrimina o exculpa a Dani Alves, según la acusación o la defensa
La instrucción por la presunta agresión sexual de una joven en una discoteca de Barcelona que mantiene en prisión al futbolista Dani Alves, exjugador del Barcelona, está prácticamente finalizada. La magistrada tiene que resolver los escritos presentados por la abogada de la víctima y la Fiscalía, que se oponen a que un forense elegido por la defensa examine a la denunciante. Y, mientras tanto, se van conociendo detalles de la causa. Por ejemplo, el mensaje que por privado y en Instagram Bruno Brasil, el chef brasileño que acompañaba al deportista esa madrugada, envió a la prima de la víctima cuando se despidieron aquella noche.
Bruno Brasil se ha convertido en el pilar de Alves desde que ingresó en prisión. Le visita prácticamente cada fin de semana. Él recogió en el aeropuerto a la hasta ahora mujer del deportista, Joana Sánchez, en su primera visita al centro penitenciario de Brians 2, donde
“Seamos hermanos, aquí estoy disponible para lo que necesitéis; me habéis gustado como personas”
permanece ingresado. Los mensajes privados enviados por Instagram figuran en el atestado, aunque defensa y acusación los interpretan en sentido opuesto. “Seamos hermanos, mi casa está en (...). No estoy siempre, pero lo que necesitéis, aquí estoy disponible. Me habéis gustado como personas. Siempre estoy listo para conocer a amigos buenos”.
Para la defensa, el mensaje evidencia que lo que ocurrió en el baño del reservado de la discoteca fue consentido. Fuentes cercanas a la acusación discrepan y sostienen que la única intención del amigo de Alves fue controlar a las amigas de la víctima, e iniciar una conversación para saber si tenían intención de denunciar y actuar en consecuencia si así lo hacían.c