Savall crea la primera orquesta barroca formada por mujeres y la lleva a su festival
El certamen de verano suma 14 conciertos entre Montblanc, Poblet y Santes Creus
Jordi Savall no quiere vivir ajeno a su tiempo –“los músicos debemos ser sensibles a lo que sucede en el mundo”, dice–, por lo que la tercera edición de su festival estará este verano dedicada “a la vida”, poniendo el acento en la naturaleza y las mujeres, “especialmente en las que luchan por su dignidad y libertad”, apunta el maestro y violagambista catalán. Incluso el cartel, de la artista Francesca Llopis, recoge el protagonismo femenino del certamen. Son 14 conciertos – del 28 de julio al 15 de agosto; 380.000 euros de presupuesto– en Montblanc y los reales monasterios de Poblet y Santes Creus, estos últimos con veladas “dedicadas a la historia y la memoria”.
Así habrá en Aiguamúrcia un homenaje a las perseguidas por su condición de mujer, con la cantante afgana Jasmin Behnawa, la iraní Nazanin Saveh, la palestina Nai Barghouti y la siria Waed Bpuhassoun, acompañadas por Orpheus 21 y Savall. Cantará también la antropóloga Miléna Kartowski-aïach, sefardí bereber de origen argelino, con sus antiguos cantos hebreos. Y se observará a compositoras barrocas como Barbara Strozzi, o Maddalena Casulana e Isabella Leonarda, estas por
The Ministers of Pastime, el primer ensemble que goza de una residencia artística en el festival.
El mismo Savall –que mañana ofrece en L’auditori Las siete últimas palabra de Cristo en la cruz de Haydn con el texto que le pidió a José Saramago–, se entregará con la Capella Reial de Catalunya y Le Concert des Nations a varios Stabat Mater de compositores europeos. E invitará a la ucraniana Liatoshynski Capella a recordar a las víctimas de la guerra con cantos de la Virgen, en un diálogo entre composiciones marianas de autores ucranianos y europeos.
Pero la primicia es la formación de la primera orquesta barroca de mujeres, proyecto que Savall inicia este año con las Cuatro estaciones de Vivaldi. “En nuestras academias instrumentales con jóvenes intérpretes ha habido un 50% de mujeres, suficiente para una magnífica orquesta. Ellas tienen una sensibilidad distinta... De hecho, recuperamos la idea de Vivaldi con las mujeres del Ospedale della Pietà, justo hace 300 años”.
El festival lo abrirá Savall en Montblanc con músicas medievales judías y musulmanas; le seguirá la Jove Capella Reial dirigida por Lluís Vilamajó en Poblet, y luego se recorrerá la música histórica catalana, desde la Revolta dels Segadors de 1640 hasta la caída de Barcelona en 1714 y los Decrets de Nova Planta. “Lo haremos a través de músicas de tradición también oral, lo que nos permitirá oír lo que emocionaba a la gente, como un Cant dels ocells no espiritual, sino patriótico, con el que esperaban la llegada de los barcos del archiduque. Escucharemos romances de los segadors, que nos cuentas las cosas terribles que sucedieron”, indica Savall.
La clausura será un homenaje a los hermanos Mendelssohn, con una parte dedicada a los cantos sobre la naturaleza y otra a la versión para voces y pianoforte de El sueño de una noche de verano. “Estoy trabajando con un grupo de actores de Bremen y Berlín para ofrecer la obra completa de Shakespeare recitada en escena: en el Liceu (3 de octubre) y en París”.
El maestro proyecta en el Liceu un ‘Sueño de una noche de verano’ de Mendelssohn con actores alemanes