La reforma del precio regulado de la luz entra en su recta final
La reforma del precio regulado de la luz ha entrado en su recta final. El pasado mes de diciembre la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cuestionó que la reforma planteada por el Ministerio de Transición Ecológica fuera a conseguir el objetivo propuesto de rebajar la tarifa a los consumidores finales. Desde aquel momento, el Ministerio de Transición ha trabajado para ajustar un nuevo texto que asegure ese objetivo y al tiempo que se rebaje la volatilidad que afecta a esa tarifa. Un texto que están revisando otros ministerios y a punto de pasar el trámite del Consejo de Estado.
Una vez sea revisado por este organismo, el Gobierno tiene previsto llevarlo a Consejo de Ministros para que esté aprobado “cuanto antes”, según ha confirmado en los últimos días la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. “En el proceso de consultas de la propuesta los plazos a los que nos habíamos comprometido se han dilatado. Aunque no habrá muchos cambios respecto a la propuesta inicial más allá de ajustes técnicos”, ha asegurado.
La reforma del precio regulado de la luz, conocido como PVPC, fue uno de los requisitos exigidos por la Unión Europea para permitir a España aplicar la “excepción ibérica” que topa el precio del gas, de momento, hasta el 31 de mayo.(españa ha pedido a Bruselas su ampliación).
Sin embargo, el 16 de diciembre del 2022, la CNMC publicó un contundente informe que negaba que se consiguiera el ahorro previsto de 297,1 millones de euros al año que está recogido en la memoria económica de la propuesta de reforma.
Al contrario, la CNMC calculó un ligero incremento de 1,7 euros mensuales, por lo que pidió “analizar otras alternativas”, además de “esperar al final de la aplicación del tope al gas para calcular mejor el precio en el mercado”.
Aunque ese tope todavía sigue vigente, la caída de los precios de gas en las últimas dos semanas ha propiciado que muchos días no haya sido necesario aplicarlo. Así ha sido más fácil testar el nuevo modelo en el que inicialmente (a falta de conocer la redacción final) el 45% del precio del MWH para el consumidor final lo marcaría el mercado mayorista intradiario, y el restante 55% una cesta de productos financieros con periodicidad más amplia. Dentro de esa cesta los precios mensuales tendrían un peso del 10%, los trimestrales un 36% y los anuales, un 54%. Todo para rebajar la volatilidad. Unos porcentajes en los que en el texto final “no habrá grandes cambios”, según Aagasen.
Donde es más probable que haya modificaciones es en el calendario de aplicación. En un principio, en el 2023 se aplicaría a solo un 25% del precio total, a un 40% al año siguiente y a un definitivo 55% en el 2025.c
El objetivo es reducir la volatibilidad de la tarifa, usando indicadores a medio y largo plazo