Sánchez emprende una visita a China que culminará con Xi
El presidente explora la posición china ante la guerra de Putin
El gran coloso chino se despereza, después de tres años de hibernación por la pandemia, y Pedro Sánchez afirma que “su voz debe ser escuchada” en todos los frentes del complejo escenario geoestratégico y político mundial. Cara a cara. “Es un momento trascendental”, resalta el jefe del Ejecutivo, que reviste así de la máxima relevancia el viaje oficial que esta mañana emprende a China, invitado por el presidente Xi Jinping.
La culminación de la visita será la reunión bilateral que ambos mandatarios mantendrán el próximo viernes en el Gran Salón del Pueblo, en la plaza de Tiananmén de Pekín. La expectación y las expectativas son máximas en la Moncloa, donde subrayan que este encuentro trasladará “una imagen muy clara del liderazgo internacional del presidente del Gobierno”. Ya en la recta final de su actual mandato, España asumirá el próximo 1 de julio la presidencia de turno semestral de la UE.
Tres son los grandes objetivos de Sánchez en esta visita oficial. El más apremiante para el contexto global es el de la guerra en Ucrania. El presidente español será el primer líder europeo al que reciba Xi tras su encuentro con Vladímir Putin la semana pasada en Moscú. Para Sánchez, el gigante asiático es “una potencia estabilizadora”, por lo que ya en su última reunión con Xi –en la cumbre del G-20 en Bali el pasado noviembre– le emplazó a ser parte activa en la resolución del conflicto.
Sánchez respalda el plan de paz “justa y duradera” del presidente
ucraniano, Voldímir Zelenski, y así se lo garantizó en su visita a Kyiv el pasado 23 de febrero. Y ahora quiere conocer, “con más detalle”, el “documento de posicionamiento” que Xi planteó a Putin. Pese al equilibrismo chino entre el agresor ruso y el agredido ucraniano, el mandatario español rechaza equidistancias. Pero observa “puntos de interés” en la propuesta de Xi: el rechazo absoluto a la amenaza nuclear y la defensa de la integridad territorial. “Es importante conocer de primera mano cuáles son los significados que hay detrás de estos puntos por parte directamente del presidente Xi”, resalta Sánchez.
El presidente del Gobierno admitió en alguna ocasión como objetivo posible un cese de la agresión rusa a Ucrania antes de final de año, esto es, durante su presidencia de turno europea. Y considera que el papel que juegue China “puede ser determinante” para la evolución del conflicto bélico.
Además de la guerra, Sánchez expondrá a Xi sus prioridades para el semestre europeo. Y también quiere escuchar las expectativas de China. Pero este viaje tendrá igualmente un marcado carácter comercial y económico, para relanzar proyectos que quedaron congelados por la pandemia, con el gancho del 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. China es hoy el primer proveedor de España, y en el Gobierno asumen que existe un amplio margen para aumentar las exportaciones al gigante asiático.
Sánchez, acompañado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, asistirá en primer lugar este jueves a la sesión inaugural del Foro de Boao –el Davos asiático– en la isla de Hainan, la más meridional de China. Allí tiene previstas citas con la directora gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, y con representantes de Mitsubishi y Astrazeneca, firmas que podrían aumentar sus inversiones en España.
El viernes, ya en Pekín, Sánchez se reunirá con las tres máximas autoridades chinas: además del presidente Xi, el primer ministro, Li Qiang; y el presidente de la Asamblea Popular, Zhao Leji. Pero también mantendrá encuentros con inversores y los principales touroperadores del inmenso país, que acaba de volver a autorizar los viajes de grupos de turistas chinos a España. Otro filón.c
El Gobierno quiere impulsar el potencial inversor y turístico del coloso asiático, primer proveedor de España