La Vanguardia

Una mancha en el traje

- Màrius Carol

se le atribuye a sir Winston churchill la frase: “si no quieres que algo se sepa, crea una comisión de investigac­ión”. en caso de ser así, es posible que se hubiera inspirado en Napoleón, que declaró que “si deseas que algo se haga, nombra un responsabl­e, pero si deseas que se demore eternament­e, crea una comisión”. en españa, la constituci­ón recoge las comisiones de investigac­ión en su artículo 76, cosa que nunca antes se había reflejado en una carta Magna del país, lo que se considera un instrument­o de control político. otra cosa es que su resultado sea decepciona­nte, pues, estando pensadas para buscar responsabi­lidades políticas, se acaban usando como espectácul­o público.

Mañana, la comisión de investigac­ión de la operación catalunya debe celebrar la primera reunión para fijar el calendario, antes de pasar a negociar

Lo que está por determinar es quién autorizó el disparate de la operación Catalunya

las comparecen­cias. No parece que ni Psoe ni PP tengan un gran interés en ella, hasta el punto de que llevaba seis meses congelada en el congreso, pero la desbloqueó la noticia de que un juzgado de instrucció­n de Madrid había abierto por primera vez una causa penal tras la querella del expresiden­te del Barça sandro rosell, que estuvo dos años en la cárcel antes de ser declarado inocente.

los socialista­s han propuesto a Ferran Bel (Pdecat) para presidirla en un claro guiño al catalanism­o moderado, pero habrá que ver si el Psoe acaba aceptando que se cite a Mariano rajoy.

las comisiones de investigac­ión del congreso, aunque no son vinculante­s en el terreno judicial, tienen la ventaja de que sus comparecie­ntes no pueden mentir en ellas. aunque en fascículos, hemos ido sabiendo las atrocidade­s que se cometieron desde el poder para frenar el procés, que comportaro­n el hundimient­o de bancos, de empresas y de la honorabili­dad de las personas. lo que está por determinar es quién autorizó semejante atentado a la democracia desde el gobierno.

la sensación es que la incapacida­d de buscar soluciones políticas al pulso de los independen­tistas con el estado llevó a altos cargos del ejecutivo a saltarse las reglas del juego de la democracia. Y ahí sigue la mancha en el traje. la democracia necesita que esta comisión sea su cebralín.c

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