Aquellos saltitos por la Rambla
Aquel restaurante tan especial donde le dijiste a tu pareja que la querrías para siempre tiene ahora camareros uniformados con vocación de estrellas de cine a los que tus onomásticas les importan un pimiento El solar donde te escondías con aquellos colegas para beberte hasta el agua de los floreros acoge ahora un bloque de apartamentos que se alquilan por periodos inferiores a un año. Y aquellas ondulosas baldosas de la Rambla sobre las que saltabas de niño teniendo mucho cuidado de no pisar las rayas de sus lindes se están...
El concejal responsable del distrito de Ciutat Vella, el común Jordi Rabassa, hizo entrega ayer a once negocios aquí ubicados de sendas baldosas recién indultadas por las taladradoras que en estos momentos están transformando el paseo más singular de Barcelona. Hablamos del Museu de Cera, de la tienda de recuerdos Art Escudellers, de los restaurantes Núria, Moka y Vapiano, del bar La Cava Universal, de la joyería Laguarda, de la farmacia La Rambla Barcelona, de los hoteles Arc La Rambla y España, de la peletería Nomar, del Tablao Flamenco Cordobés y también del Mcdonald’s.
Fue una propuesta de la asociación de vecinos y comerciantes Amics de la Rambla. Entre todos los follones propios de cualquier reforma, los de la entidad se pararon a pensar que los trabajos tal y como estaban planteados suponían la destrucción del histórico pavimento del paseo. La Vanguardia se hizo eco de una iniciativa que tuvo su correspondiente cuarto de hora de gloria en las redes sociales.
Hace años que las relaciones entre el Ayuntamiento y Amicsde la Rambla son más bien tirantes, y estas semanas prelectorales pues un poco más. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau está resuelto a instalar un lavabo público en el tramo central del paseo, en un puesto de flores sin uso. Y a los floristas y a Amics de la Rambla se les antoja un nuevo clavo en el ataúd de la tradición floral de Barcelona. Pero la verdad es que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau recogió el guante bien pronto, enseguida compartió que el patrimonio de una ciudad también lo conforman detalles menores, que los sentimientos compartidos por la gente no siempre están revestidos de una solemne trascendencia de carácter nacional. A veces, el recuerdo de unos pocos saltos infantiles te quiebra la voz.
A ver, que tampoco es para tanto, que lo de alquilar un piso en Barcelona continuará siendo un rollo asqueroso, que lo más probable es que en cuanto te aclares la garganta tardes unos cuantos años en acordarte de nuevo de los panots en cuestión. Pero no cuesta nada. Al fin y al cabo no es más que el piso del vial que más sentimientos enfrentados del amor al odio despierta entre la ciudadanía.
El edil Rabassa hizo entrega a los negocios de la Rambla que así lo solicitaron de estas baldosas que evocan al caminante la proximidad del mar a condición de que las expongan en un lugar donde la gente pueda verlas con facilidad. Que el Ayuntamiento se guarda unas cuantas para compartirlas, las baldosas, no para convertirlas en un objeto de colección. Y el concejal de Ciutat Vella agregó que si alguna asociación de los barrios del Raval y del Gòtic quiere alguna baldosa, pues también se la darán. La Rambla, dijo Rabassa, ha de ser un punto de encuentro entre barrios, y no una frontera. Y los negocios, apostilló, también han de esforzarse para lograrlo, también tienen sus responsabilidades. ¿O acaso alguien de veras se cree que los camareros uniformados del todo indiferentes a tus onomásticas aparecen por ciencia infusa?c
El Consistorio da once baldosas a sendos negocios para preservar el patrimonio del paseo