Así es el buen círculo vicioso: turismo sostenible hoy, crecimiento para mañana
Las Islas Baleares quieren reformular su motor de crecimiento y PIB, el turismo, con una ley basada en la sostenibilidad medioambiental y la circularidad capaz de movilizar al resto de sectores
Han pasado escasos días desde que se publicó el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Un documento que acelera aún más una cuenta atrás: la necesaria para integrar medidas efectivas que frenen el calentamiento global. Un llamamiento –uno más– a un concepto del que mucho se habla, pero que poco se ha practicado: el desarrollo sostenible. No es nuevo. Su autora, Gro Harlem Brundtland, quien fue primera ministra de Noruega y posteriormente presidenta de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, lo acuñó en el informe Nuestro futuro común. Era 1987. “El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, dijo. Un guante que recoge la nueva Ley para la Circularidad y la Sostenibilidad en el Turismo de las Islas Baleares.
La certeza de que sin circularidad y sostenibilidad medioambiental cualquier vía de progreso es solo un espejismo es la base sobre la que se levanta esta nueva ley. Su marco de actuación aplica una forma concreta, el círculo, a un lugar concreto pero omnipresente en su economía: el turismo. Es cierto que ya existen medidas que conducen a las islas hacia el desarrollo sostenible, pero no un sistema que haya calado lo suficiente para ser verdaderamente eficaz. Casi cuatro décadas más tarde del Informe Brundtland, las Islas Baleares quieren capturar toda la esencia de ese concepto en la reformulación de su motor de crecimiento y PIB: el turismo, para que sirva de faro para el resto de la economía del archipiélago y ejemplo en otras comunidades. Lo que tienen entre manos no es solo la transformación o ampliación de una ley, sino la apuesta por un cambio de paradigma que no se reduzca a unas medidas, sino que funcione como un engranaje completo, valiente y sin fisuras. Una nueva manera de entender la economía y redistribuir los recursos de la forma más justa con el turismo como tractor.
En este camino hacia la sostenibilidad integral, la economía circular se postula como una vía de progreso importante para forjar un nuevo liderazgo turístico que refuerce, a su vez, la capacidad del sector de impulsar la competitividad global sostenible del archipiélago. El tránsito hacia la economía circular supone abrazar un enfoque innovador que permita desacoplar el consumo de recursos y materiales de las expectativas de crecimiento y desarrollo del sector. Algo especialmente relevante en unas islas que no pueden permitirse el lujo de exceder su capacidad y comprometer su patrimonio.
Para ello, se impondrán una serie de medidas de obligado cumplimiento que interpelan a casi toda la cadena de valor turística, articuladas desde dos perspectivas: la planificación circular, orientada a trazar líneas de acción y hacerlas operativas, y la evaluación circular, orientada a medir el progreso de esta estrategia. De esta manera, las Islas Baleares serán el primer destino que exigirá a las empresas tener planes de circularidad y serán pioneras en su implantación. ¿Quiénes los integrarán? Los establecimientos que pertenecen al grupo de alojamientos hoteleros, apartamentos turísticos y alojamientos de turismo rural (agroturismos y hoteles rurales).
A todos se les exigirá una estrategia circular, plasmada en un plan de circularidad, y tendrán que realizar una evaluación de la gestión de los recursos y los residuos generados, apoyado en cuatro pilares, con una serie de indicadores objetivos para el control del consumo de energía, agua, materiales y alimentos. A partir de esta evaluación anual, las empresas elaborarán una planificación cada cinco años donde estipularán los objetivos de reducción y las inversiones, prácticas y protocolos necesarios para lograrlos. Para conseguir que este plan de circularidad se cumpla, la Conselleria de Turismo elaborará un Plan Estratégico de Destino Circular, que será, básicamente, la hoja de ruta que identifique la política general y los objetivos del GOIB para guiar al sector y poder conseguir con éxito la transición a la economía circular.
La certeza de que sin circularidad y sostenibilidad cualquier vía de progreso es solo un espejismo es la base sobre la que se levanta esta ley