El Barça desactiva la tormenta serbia

Nunca es fácil ganar en tierras balcánicas, cuna del baloncesto europeo, hogar de grandes leyendas. La tarea se convierte en gesta si además el partido se disputa en el Stark Arena, con 20.000 espectadores desgañitándose, y ante un Partizan de Belgrado lanzado que está entrenado por un viejo zorro, maestro entre maestros, como Zeljko Obradovic. Pero el Barça, con Laprovittola (25 puntos) y Mirotic (19 puntos) estelares, cogió todos esos ingredientes y cocinó en el infierno serbio una victoria crucial (80-89) en su camino por asegurarse el factor campo en los cuartos de la Euroliga. Los pupilos de Jasikevicius pasaron de la decepción en esa misma pista en las semifinales de la edición anterior, cuando cayeron ante el Real Madrid, a celebrar un triunfo fraguado en el tercer cuarto.

Los blaugrana se apoyaron de inicio en un Laprovittola inspirado, autor de 11 puntos en el primer cuarto (21-25). La fluidez ofensiva terminó para los visitantes en un segundo cuarto en el que se sucedieron las pérdidas y Exum castigó a sus excompañeros desde el triple y en la zona. Con ocho puntos abajo, el Barça reaccionó antes del descanso (45-44) de la mano nuevamente de Laprovittola y un Higgins que enmendó varios errores previos.

Tras la reanudación, mejoró la defensa de un Barça que pasó a comandar el marcador con cinco puntos seguidos de Abrines. Los blaugrana, con Mirotic por primera vez a los mandos, aumentaron la ventaja hasta los 12 puntos ante un Partizan perdido en protestas arbitrales que no se tradujeron en faltas técnicas. Los locales pararon la sangría antes del envite final gracias a Punter y Exum (5866). El australiano, que pasó a ser en los últimos diez minutos el eje de todas las jugadas de los serbios, apretó el electrónico, pero respondieron a la afrenta Mirotic y Laprovittola, especialmente acertados en los momentos más calientes. Un triple de Satoransky acabó por noquear a los balcánicos (71-81) y el Barça pudo degustar los dos últimos minutos en el infierno.