El AMB proyecta una metrópolis con quince áreas de centralidad
El Plan director urbanístico metropolitano se aprueba con un amplio consenso técnico, político, territorial y social y dibuja una metrópolis regenerada, policéntrica, renaturalizada y cohesionada
Los 36 municipios que integran el área metropolitana de Barcelona han dado un paso importante para decidir hacia dónde y cómo quieren avanzar de aquí a 2050. Las directrices del camino a recorrer se encuentran recogidas en el Plan director urbanístico metropolitano (PDUM), aprobado el 21 de marzo y que ahora estará en información pública hasta el 30 de octubre.
el PDUM actualiza el Plan general metropolitano (PGM), aprobado en 1976 y que a lo largo de estos cerca de cincuenta años ha tenido unas 1.600 modificaciones para adaptarse a nuevas realidades y necesidades. “Con el PDUM ponemos las bases para la transformación del área metropolitana hacia un modelo en red, policéntrica y nodal, que huye de la dinámica centro-periferia, y que apuesta por un urbanismo sostenible, compacto, que no sea depredador de territorio, sino regenerador de la ciudad ya construida”, explica Jordi sánchez, vicepresidente de Políticas urbanísticas del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). sánchez destaca que repensar la metrópoli ha sido una labor consensuada con todos los ayuntamientos y ha contado con la participación ciudadana a través de procesos participativos. “es un Plan trabajado de forma coral para tener una visión estratégica metropolitana, pero respetando la autonomía local”, subraya.
Xavier Mariño, director de Políticas urbanísticas del AMB, destaca que el nuevo Plan “responde a retos de carácter global
–como el cambio climático, la transición energética y las nuevas demandas sociales y económicas–, pero también tiene fuertes implicaciones locales”. Mariño remarca que se ha querido hacer un plan “basado en el reciclaje urbano”. Y añade: “Partimos de una metrópolis que está construida y lo que hemos hecho ha sido repensarla, resituarla y cohesionarla”.
el PDUM es “un plan de regeneración y reciclaje que apuesta por un sistema urbano policéntrico a partir de cuatro grandes ejes estratégicos”, en palabras de Mireia Peris, jefe del servicio de redacción del Plan director del AMB.
Los ejes a los que se refiere Peris son: potenciar la infraestructura verde como principal condicionante del desarrollo urbano; configurar una ciudad metropolitana de proximidad, a la medida de las personas, con mayor equilibrio e integración con los espacios abiertos, y que a la vez garantice su papel a escala regional; la regeneración urbana, transformando los tejidos urbanos para generar resiliencia, redistribución de los recursos y mejor calidad de vida; y la transición ecológica, social y tecnológica para reducir los impactos ambientales, una mejor adaptación al cambio climático, un reaprovechamiento de los recursos y una economía más sostenible.
“Partimos de una metrópolis construida, por eso lo que hacemos es repensarla, resituarla y cohesionarla” XAVIER MARIÑO, DIRECTOR DE POLÍTICAS URBANÍSTICAS DEL AMB El planeamiento atiende la transición ecológica y vertebra una red de barrios y ciudades diversas y cohesionadas, con un fuerte componente social
A partir de estas cuatro grandes líneas básicas, el PDUM pone la mirada en 2050 y dibuja un área metropolitana con 15 nuevos polos de atracción repartidos por el territorio para configurar una red policéntrica. Las nuevas centralidades tienen en cuenta aspectos esenciales como la vivienda, el empleo y la dotación de servicios, además de las infraestructuras. Ejemplos de estos nuevos polos de atracción son Porta Diago
El nuevo Plan de urbanismo proyecta una metrópolis policéntrica, con quince polos de atracción urbana
nal, Quatre Camins, la Torrassa, Besòs Central, Baricentro, TV3 Diagonal y Castelldefels Upc-estació, además de las tres chimeneas de Sant Adrià y la Sagrera, entre otros.
Movilidad más sostenible
A su vez, están previstas diez grandes avenidas metropolitanas que servirán para unir a los municipios. Un ejemplo es la Gran Via Metropolitana que discurre de Castelldefels en Montgat. Estas grandes avenidas suman más de 240 km que facilitarán los desplazamientos en transporte público, –bus rápido o tranvía–, en bicicleta o a pie, con nuevos carriles bici y espacio peatonal. “El Plan prevé que en 2050 más del 50% de los desplazamientos se hagan a pie o en bicicleta y el 30% en transporte público, y prevé que se reduzca a la mitad el uso del vehículo privado”, dice Peris.
El verde es otra prioridad del nuevo Plan, que apuesta por contrarrestar las dinámicas negativas del territorio (fragmentación, pérdida de suelos agrícolas, degradación de los bordes) como garantía de un paisaje de calidad, diverso y resiliente.
El PDUM plantea 870 km de ejes verdes, además de una estructura azul –conformada por sistemas naturales como los cursos fluviales y el litoral–. Este impulso a la infraestructura verde garantizará la preservación y mejora de las áreas forestales, la llanura agraria, el mosaico agroforestal y sus conectores –corredores que favorecen la movilidad de especies de flora y fauna, como la colina de la Gatxarella, en Castellbisbal–, así como toda la estructura azul. El conjunto de los espacios abiertos alcanza una extensión de más de 32.000 hectáreas, el 51% de la superficie del área metropolitana, un 4,2% más de la clasificada ahora como suelo no urbanizable.
Viviendas asequibles
El Plan busca ampliar y reequilibrar la vivienda asequible y, como apunta Jordi Sánchez, “da respuesta a las necesidades de vivienda sin depredar los territorios”. Para 2050 prevé más de 120.000 viviendas asequibles estables respecto a las existentes, de las que 62.000 serán viviendas de alquiler social. Con estas propuestas se prevé conseguir que el 10% de las principales viviendas del área metropolitana sean asequibles estables. Al mismo tiempo, se plantea el reto de redistribuir la vivienda asequible en los entornos urbanos para fomentar la diversidad e integrar los distintos perfiles sociales en los tejidos residenciales.
Sánchez dice que hace falta rehabilitar y regenerar la metrópolis, “mejorar el medio urbano y la cohesión de los tejidos existentes, lo que significa mejorar la cohesión social, la calidad urbana y equilibrar las dotaciones y los servicios del entorno”.
El trabajo está hecho. Ahora queda esperar hasta el 30 de octubre, fecha en la que finaliza el período para recibir alegaciones.