Optimismo prudente ante el posible control del incendio de Castellón
Optimismo. Este sentimiento era ayer real en los equipos que intentaban controlar los focos aún candentes del incendio que desde hace una semana castiga Castellón y Teruel. Optimismo porque durante toda la jornada las condiciones climatológicas permitieron sofocar las llamas y asegurar el perímetro de un siniestro que ha consumido casi 4.600 hectáreas. Al cierre de esta edición se valoraba que las horas iban a ser “decisivas” para acabar de “enfriar” la zona y despejarla de riesgos que pudieran facilitar un rebrote. Tenía que ser así, porque para hoy se espera otra vez fuerte viento de poniente y altas temperaturas, una constante de los últimos días que ha cambiado el escenario en horas, cuando la previsión era buena. Por eso las brigadas forestales y los medios aéreos se empleaban ayer por la tarde a fondo, con el corazón acelerado para dejarlo todo preparado.
En paralelo, una buena noticia alimentaba el optimismo: unos 200 vecinos de cuatro municipios y dos pedanías de Castellón que fueron evacuados como consecuencia del incendio de Villanueva de Viver iniciaban el regreso a sus hogares, residentes en esa población y en Puebla de Arenoso y sus pedanías de Los Cantos y La Monzona, además de en los municipios de Higueras y Pavías. Otros 1.400 ciudadanos estaban a la espera sin poder aún iniciar el camino de vuelta a casa, muchos de ellos desesperados; llevan seis días fuera de sus hogares.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, señalaba ayer que “hay que aprovechar muy bien el día de hoy, porque esta jornada va a tener una situación meteorológica mejor que mañana. Mañana vuelve el poniente, vuelven las altas temperaturas”. Una advertencia que venía acompañada de una exigencia a los vecinos de la zona: máxima prudencia. Además, la Generalitat Valenciana ordenó ayer la prohibición de quemar los restos de cultivos para tratar de evitar posibles nuevos incendios. Una decisión que adelanta las restricciones más de un mes, pues el periodo habitual era del 1 de junio al 16 octubre.
José María Angel, secretario autonómico de Seguridad y Emergencias de la Generalitat Valenciana, resumía a este diario el trabajo que se iba a desarrollar por la noche: “Estamos en labores de refrescar el terreno, de asegurar el perímetro y de detectar puntos calientes”. Labor esta última para la que han sido muy útiles los drones que han permitido casi cada hora conocer perfectamente la evolución de un perímetro que ayer alcanzaba los 55 kilómetros.
Doscientos vecinos de cuatro municipios y dos pedanías de Castellón pudieron ayer volver a sus hogares