Dos estadios en Florencia y Venecia causan dudas sobre las ayudas para Italia
Italia podría ser el primer país en quedarse sin recibir parte de las ayudas europeas tras la pandemia después de que Bruselas haya decidido congelar un tramo de los fondos, de 19.000 millones de euros, por algunas dudentro, das sobre el grado de cumplimiento de los hitos y reformas a los que están ligadas. Roma y la UE han acordado revisarlo durante el plazo de un mes, después de que, según la prensa italiana, la Comisión Europea manifestara algunas preguntas sobre la reforma del sistema de licencias de los puertos o varios proyectos de renovación urbana que figuraban entre los 55 hitos y reformas a los que está condicionado este tramo de ayudas.
En particular, según La Repubblica, hay dos proyectos concretos que generan más perplejidad en Bruselas: el de la remodelación del estadio Artemio Franchi, de la Fiorentina, en Florencia, y la construcción de una zona deportiva, con un estadio en la provincia de Venecia. Si en el caso de otros proyectos Bruselas habría pedido algunas aclaraciones, sobre estos dos las dudas serían mayores y la Comisión no las vería obras de renovación urbana y social, como sostenía Italia.
Se trata de dos obras que ya habían generado cierto debate en Italia. En Florencia, el Ayuntamiento y los dirigentes de la Fiorentina acordaron hace un año la renovación del estadio con un coste de 450 millones de euros, 55 de ellos del plan europeo, y muchos no entendieron que se utilizase dinero público para un espacio que acabaría siendo gestionado por la Fiorentina, pese a que el Ayuntamiento esgrime razones históricas y arquitectónicas.
Además, el ministro de Asuntos europeos italiano, Raffaele Fitto, culpó al anterior Gobierno de Mario Draghi de la decisión de Bruselas de congelar el tercer tramo de ayudas, porque considera que sería “singular” que los objetivos del 31 de diciembre estuviesen a cargo de quien asumió el poder en octubre. “Es evidente que las visiones que han
emergido ahora tienen que ver con decisiones precedentes”, subrayó, según publicó el diario La Stampa.
Según el ministro Fitto, que hay cosas que no se pueden realizar es un hecho “matemático, científico, y se debe decir claramente ahora y no esperar hasta el 2025 para abrir el debate sobre de quién es la culpa”. Por lo tanto, razonó a los ministros, es importante hacer una “resonancia magnética de todos los proyectos” de aquí al 2026 para encontrar los elementos críticos y buscar soluciones.