El alquiler a extranjeros se triplica y llega al 43% de los pisos en Barcelona
Los nómadas digitales y la caída de la oferta, de un 9%, presionan las rentas
Los ciudadanos extranjeros firmaron el año pasado el 43% de los contratos de alquiler que gestionó Amat Immobiliaris en Barcelona, según explicó esta mañana su director general, Guifré Homedes, un porcentaje que se ha triplicado desde menos del 15% que suponían antes de la pandemia. Amat ha visto un proceso similar en Sant Cugat (16% de los contratos firmados por extranjeros) y Sant Just Desvern (9%).
Para Homedes, este colectivo de nómadas digitales refleja “el cambio que se ha producido en la ciudad, que ha creado un entorno muy propicio para las startup sy las empresas tecnológicas”.
“Son fundamentalmente pequeños empresarios, que en sus países trabajaban ya desde casa, y que ahora lo hacen desde Barcelona. En nuestro caso, en un gran porcentaje son franceses, que mantienen la empresa en Francia, y no optan por un alquiler de temporada porque tienen la perspectiva de quedarse a largo plazo”. Este colectivo es uno de los factores que presiona al alza los alquileres “porque tienen sueldos europeos y pagan unos precios que los locales ya no pueden asumir”. A su juicio, “un fenómeno similar se está produciendo en otras ciudades como Lisboa, con un buen entorno empresarial, precios de la vivienda por debajo de los niveles europeos y gran calidad de vida”.
Amat destacó que el aumento de la demanda extranjera añade presión a un mercado de alquiler que ya está tensionado, ya que “la subida de los tipos hace más difícil que los jóvenes puedan comprar, por lo que los pisos en alquiler no rotan”. Ambos factores han hecho aumentar la edad media de los inquilinos, de manera que el 50% ya supera los 40 años.y la oferta continúa bajando con fuerza, y en Amat se sitúa en su nivel más bajo en sus 75 años de historia. Homedes explicó que su empresa firmó el año pasado un 9% menos de contratos que el año anterior, por falta de producto. “El segundo semestre del 2022 fue el que tuvimos menos pisos disponibles en los últimos cinco años, y solo el trimestre del confinamiento tuvimos una oferta más baja” y este año “solo vemos perspectivas de empeoramiento”. La empresa alquila viviendas de pequeños propietarios, que tienen de media 3,3 pisos, y han doblado las viviendas de sus carteras que ponen a la venta además de no comprar otras nuevas. “Las ventas a inversores antes eran un 20% de nuestras ventas y ahora solo un 5%”, señaló. “Los propietarios temen que cambie la ley y baje el umbral de pisos que los califica como grandes tenedores”, que ahora es de diez viviendas, pero que la nueva ley de vivienda quiere reducir a cinco, de manera que “ya no quieren tener más de tres pisos”. De esta manera, Amat prevé alquilar este año entre 150 y 200 viviendas menos que el año pasado, “y estaremos en la mitad de lo que solíamos alquilar hace unos años”.
La falta de oferta, con una demanda al alza, ha provocado nuevas subidas de precio, que en el caso de Amat ha oscilado entre la estabilidad en el distrito de Sant Andreu, Ciutat Vella y Les Corts y subidas del 31% en Gràcia o del 20% en el Eixample. “La renta media de los contratos que firmamos ya supera los 1.200 euros/mes en todas las oficinas”, añadió.
A su juicio, las tensiones del mercado solo pueden solucionarse aumentando la oferta de pisos de alquiler, con fórmulas de colaboración público-privada, y fomentando bajadas de precios con medidas como incentivos fiscales a los propietarios que alquilen por debajo del nivel de mercado. “Las administraciones no tienen dinero para construir pisos directamente y tardarían muchos años. Pero todo lo que parece que se plantea va en la dirección contraria”, lamentó.c
Amat destaca que los inversores compran el 5% de los pisos, frente al 20% anterior, y venden muchos de los que tienen