Rusia detiene a un corresponsal
El FSB detiene por espionaje al periodista del diario ‘The Wall Street Journal’
Ocurrió el 2 de septiembre de 1986, en plena guerra fría, con la URSS todavía en pie pero cuando la perestroika estaba dando sus primeros pasos. La KGB detuvo a Nicholas Daniloff, corresponsal en Moscú de la revista US News & World Report, y le acusó de espionaje. Desde entonces ningún otro periodista estadounidense acreditado en Rusia había sido acusado de robar secretos de Estado... Hasta ahora. El FSB (heredero de aquel KGB soviético) anunciaba ayer que ha detenido a Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal, supuestamente por recopilar datos sobre una de las empresas de Defensa. Los amigos del reportero sostienen, sin embargo, que su trabajo estaba enfocado en “la actitud de la sociedad hacia el Grupo Wagner”.
El periodista llegó el miércoles a Yekaterimburgo, capital del oblast de Sverdlovsk y del distrito federal del Ural, y ese mismo día dejó de comunicarse con su periódico. Horas después, el FSB desvelaba que estaba detenido y acusado de espionaje.
Según la versión de las fuerzas de seguridad rusas, había estado recopilando “información que constituye un secreto de Estado sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso”. Había sido detenido “cuando intentaba obtener información secreta”.
Tras conocer la noticia, The Wall Street Journal salió en su defensa. En un comunicado, niega “con vehemencia las acusaciones del FSB y pide la liberación inmediata de nuestro reportero (...). Nos solidarizamos con Evan y su familia”.
Sobre la desaparición de Gershkovich informó en la mañana de ayer un gerente de relaciones púla blicas de Yekaterimburgo, Yaroslav Shírshikov, con quien se había entrevistado el periodista. Según él, Gershkovich dejó su número de teléfono a la redacción del periódico “en caso de que algo le sucediera”. Por la noche del día 29, le llamaron desde la redacción y le explicaron que no podían contactar con su periodista. publicación local Véchernie
Védomosti publicó que en la noche del 29 de marzo varias personas habían sido testigos de la detención de un desconocido en el restaurante Bukowski Grill. “Supuestamente, fuerzas de seguridad vestidos de civil se llevaron a una persona en un minibús. Le pusieron un suéter en la cabeza para que los transeúntes no pudieran verle la cara”, escribió la publicación.
El medio It’s My City escribía ayer que Gershkovich llegó a Yekaterimburgo hace tres semanas. Este miércoles regresó para terminar de recoger material para su artículo. Shírshikov aseguró que sobre todo estaba interesado en la “actitud de la sociedad hacia el Grupo Wagner”.
Los agentes del FSB trasladaron al detenido a Moscú y ayer mismo compareció ante el juzgado de Lefórtovo. La sesión se celebró a puerta cerrada y ni siquiera se permitió que estuviera con él su abogado, Daniil Berman. Le asistió un abogado de oficio, según la agencia Ría Nóvosti.
Previamente el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que “hasta donde sabemos, [al reportero] lo atraparon in fraganti” los agentes del FSB.
Los jueces decretaron para Evan Gershkovich prisión preventiva de dos meses, hasta el 29 de mayo. Durante este tiempo estará en la prisión de Lefórtovo.
Gershkovich tiene 31 años y desde el 2017 vive en Moscú. Según el artículo 276 del Código Penal ruso, podrían condenarlo a hasta 20 años de cárcel.
Hoy vivimos otra guerra fría, calentada por la intervención rusa en Ucrania. Ayer se planteó a Peskov si a Gershkovich podrían intentar intercambiarle por Serguéi Cherkásov, actualmente en prisión en Brasil y acusado hace tres días por Washington de espiar para Rusia cuando estuvo en EE.UU.C
Gershkovich recopilaba información sobre la actitud de la población rusa hacia el Grupo Wagner