Sin acuerdo para las comparecencias de la comisión de la operación Catalunya
Unidas Podemos acusa al PSOE de no querer investigar las cloaclas del Estado
Caras –muy– largas al término de la primera reunión de la nueva comisión de investigación que pretende indagar en las fechorías de la policía política. Los grupos que han impulsado la investigación política sobre las llamadas cloacas del Estado no lograron aprobar ayer la lista de los comparecientes que deberían desfilar por el Congreso de los Diputados en los próximos meses. Se negoció in extremis para que la comisión echase ya a rodar, pero fue imposible cerrar un acuerdo. A la salida, los socios parlamentarios habituales se lanzaron reproches por los vetos mutuos.
El ambiente era de resignación. Algún diputado recordaba como hace unas semanas la falta de acuerdo entre los aliados también imposibilitó la reforma de la ley mordaza, uno de los grandes fracasos de la legislatura. Pese a que la creación de la comisión se anunció hace más de medio año, no fue hasta última hora de la tarde del miércoles cuando los grupos pusieron sus cartas sobre la mesa, en forma de listas de comparecientes. ¿El problema? Que no se habían consensuado comparecientes, por lo que había casi diez listas distintas.
La disparidad de comparecientes es un reflejo de hacia dónde quiere encauzar cada uno de los partidos la tercera comisión Kitchen. Los socialistas registraron una propuesta cargada de cargos policiales, pero pocos políticos. A tenor de su listado, el PSOE apuesta por centrarse en la operación Catalunya –puesta en marcha por la policía política para elaborar informes contra líderes independentistas– y en la presunta actuación parapolicial para provocar el cierre de la Banca Privada de Andorra. A Unidas Podemos ese listado de 18 comparecientes se le queda corto y pretende ampliar el objeto de la investigación –en especial– a la pata mediática de las cloacas, obligando a acudir al Congreso a una lista de periodistas que, presuntamente, participaron en la elaboración de noticias falsas para perjudicar a adversarios políticos del Partido Popular. La presa que se quieren cobrar los del grupo confederal es clara: Antonio García Ferreras, periodista de La Sexta.
Grupos independentistas como ERC y EH Bildu abogan por centrar también las comparecencias en el intento de desprestigio a rivales políticos desde el Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz. Pero su malestar era ayer mayúsculo cuando comprobaron que el PSOE, cuya lista tenía más visos de ser aprobada, se cerró en banda para que no se incluyese algún otro nombre en su lista. Así pues no les tembló el pulso para votar en contra de la propuesta socialista que solo logró atraer al PNV y al PDECAT. A puerta cerrada, se trataron de acercar posiciones pero se avecinaba la falta de acuerdo. Incluso se propuso que en vez de votar listas cerradas, se hiciese nombre a nombre –aunque esto se prolongase en el tiempo–. Nada. A la salida, los reproches volaban por los pasillos del Congreso. Desde Unidas Podemos criticaron con dureza al PSOE por no querer “realmente indagar en las cloacas. “Hoy han intentado sin éxito fabricar una comisión paripé”. Desde las filas socialista, en cambio, acusaban a los morados de “obstaculizar” la comisión.
Tras este accidentado inicio, los grupos se han dado un plazo de 15 días para acercar posturas. Tras el parón por Semana Santa, se reunirán el 18 de abril para intentar de nuevo que arranque la comisión. La campaña electoral a la vuelta de la esquina.c
Las diez listas distintas de comparecientes no se habían consensuado previamente entre los partidos