El FMI avala que el BCE siga subiendo los tipos de interés
El Fondo dice que la economía española está en una “posición bastante buena”
El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó este viernes su reunión de primavera en Washington sin comunicado conjunto (desacuerdos por la guerra en Ucrania), pero “con un mensaje de confianza”.
Así lo dijo la vicepresidenta española, Nadia Calviño, que ha dirigido las reuniones de esta sesión del FMI. Avisó que, pese a la rápida respuesta a las recientes turbulencias bancarias, “las instituciones financieras y los responsables de las políticas fiscal y monetaria debe permanecer vigilantes”.
En esta misma línea se expresó Alfred Kammer, director del departamento europeo del Fondo. Según el funcionario alemán, resulta totalmente necesario que el Banco Central Europeo (BCE) continúe subiendo los tipos de interés, mientras que una mayor consolidación fiscal por parte de los gobiernos ayudaría a luchar contra la inflación, el gran reto.
Kammer sostuvo en rueda de prensa que la economía española se encuentra en general en una posición “bastante buena”.
En su respuesta destacó que el crecimiento de España en 2022 fue muy fuerte, tanto que superó los pronósticos del FMI. “Ese impulso va a trasladarse a 2023”, recalcó. Por esto el Fondo ha elevado en cuatro en cuatro décimas su previsión para el 2023, hasta el 1,5%.
Explicó, sin embargo, que la rebaja también de cuatro décimas de la previsión para el 2024, dejándola en el 2%, se debe al efecto del endurecimiento de la política monetaria y unas condiciones financieras más restrictivas derivadas de las turbulencias financieras.
Estas cifras de crecimiento estimado de la economía española van en sintonía con las proyecciones del Banco de España, que en sus últimas perspectivas lo sitúa en el 1,6% este año. El Gobierno calcula un alza del PIB del 2,3% en el 2023.
Sobre el papel de las estadísticas del FMI, España será la economía con más fuelle en el alicaído crecimiento de la eurozona. Sus cifras superan la media europea, que crecerá el 0,8% este año (1 décima más que el augurio previo) y el 1,4% en el 2024 (menos dos décimas).
Para Kammer, el menor crecimiento para Europa se debe al “los efectos de la invasión rusa de Ucrania” que causaron un gran impacto en las economías europeas, con un encarecimiento de los precios de la energía y el impacto en la inflación. Estas circunstancias precisaron un mayor ajuste monetario, lo que redujo el poder adquisitivo de las personas, en paralelo a un coste más alto de la producción.
Pero insistió que la eurozona mostró más resiliencia de la esperada. Pese a esto, avisó que las cosas se podrían complicar por los riesgos de unos mercados laborales ajustados, otra subida de precios de la energía o la fragmentación geopolítica. Sin olvidar que un posible fracaso en la contención de los riesgos para la estabilidad financiera desemboque en una crisis. Por eso recomendó a los europeos concertar los esfuerzos para derrotar a la inflación y salvaguardar el sistema bancario.●
Calviño extrae un mensaje de confianza global, pese a que la reunión concluye sin comunicado conjunto