Cuando India despierte...

El éxito de la diplomacia china con el acuerdo alcanzado entre Irán y Arabia Saudí y su despliegue por los cinco continentes es un hecho ya incuestionable, de la misma forma que se puede valorar la pérdida de influencia de Occidente con una Europa y unos Estados Unidos que no ejercen el papel de líderes mundiales de antaño. En estas circunstancias emerge India como pivote esencial de la geopolítica mundial que puede inclinar la balanza de un lado o del otro, según sean sus alianzas. India ejerce este año justamente la presidencia del G-20.

India ha sido protagonista esta semana por desbancar a China como el país más poblado del mundo. La ONU difundió una nueva proyección de población que estima que a finales de junio habrá 2,9 millones de indios más que chinos. Y otra noticia de esta semana menos importante pero muy significativa ha sido la apertura de la primera tienda física de Apple en India, concretamente en Bombay, con la presencia de su presidente, Tim Cook. El nuevo genio de la lámpara de la compañía de la manzana se entrevistó con el presidente indio, Narendra Modri, y auguró un crecimiento del país imparable en los próximos años. India ya superó al Reino Unidoenel2022comoquintaeconomíamundialysigueascendiendo.

Estados Unidos necesita un contrapoder contra China en Asia y no encuentra nadie mejor que India. Por eso su desembarco es evidente y ya se ha convertido en el principal socio comercial del país hindú. La actividad bilateral de los dos países creció un 8% el último año. India siempre ha estado a la greña con Pakistán, aliado histórico de China. El hecho de que el régimen pakistaní disponga de armas nucleares y que sea un santuario del terrorismo son argumentos que empujan a India a separarse de China.

Es cierto que existe un alto nivel de pobreza e injusticia en India y que su crecimiento sigue estando por debajo del chino, pero las principales prospectivas auguran un futuro esplendoroso para una sociedad que, no hay que olvidarlo, tiene el inglés como lengua de uso común. Como se decía antes de China, bien podríamos concluir que el día que

India despierte, el mundo también puede ponerse a temblar.