Vuelve la tensión por el hiyab en Irán
las autoridades de irán han iniciado una contraofensiva para reimponer el uso del velo –o hiyab– a las mujeres del país después de la etapa de laxitud que se ha vivido, desde la sangrienta revuelta del pasado otoño, a raíz de la muerte de la joven Jina mahsa Amini, el 16 de septiembre, a manos de la policía de la moral, tras ser detenida por llevar mal puesto el hiyab.
El régimen de los ayatolás intentó acabar con la citada protesta civil –la más importante desde la existencia de la república islámica en las últimas décadas– con una violenta represión que dejó más de quinientos muertos, miles de detenidos – cuatro de ellos, ejecutados– y decenas de jóvenes con daños físicos. Desde entonces, sin embargo, y con objeto de serenar los ánimos de la población, las autoridades se han mostrado permisivas con las mujeres que iniciaron una campaña de desobediencia civil y se quitaron el velo. Pero esta tregua parece haber llegado a su fin. las autoridades de la dictadura islámica iraní quieren volver a demostrar que tienen el poder para dirigir y controlar el comportamiento de la población, especialmente de las mujeres, a quienes no perdonan el desafío que les han hecho en defensa de su libertad.
la campaña de las autoridades ha comenzado con el masivo envío de mensajes de texto a los ciudadanos en los que se les recuerda que es necesario respetar y observar la ley del hiyab como cualquier otra ley. El nuevo jefe de las fuerzas policiales ha anunciado, asimismo, que se instalarán cámaras de inteligencia artificial en las calles para identificar el rostro de las mujeres que no lleven el velo preceptivo. Ha advertido que las infractoras serán castigadas con cortes en el acceso al servicio de telefonía móvil e internet, la confiscación de sus vehículos, el despido de sus trabajos y la expulsión de las escuelas o de la universidad. Asimismo se cerrarán los comercios que atiendan a mujeres con la cabeza destapada. la tensión vuelve a respirarse en el país. no se sabe hasta qué punto las autoridades islámicas llevarán a cabo su nueva campaña de presión para conseguir que las mujeres vuelvan a llevar el velo con carácter general. De momento, todo el mundo está a la expectativa, pero hay miedo entre el colectivo femenino, tanto por la actuación de la policía como por la división social que se ha creado entre los partidarios del hiyab y sus detractores. Ya se han producido de nuevo agresiones de ciudadanos fundamentalistas contra mujeres que llevaban la cabeza descubierta.
El líder supremo, Ali Jamenei, considera que el rechazo al hiyab es una campaña orquestada por los enemigos de irán. Pero la realidad es que los jóvenes nacidos después de la revolución, y especialmente las mujeres, están hartos de la opresión, de la falta de libertad y de vivir bajo el poder religioso de los clérigos. El pulso social en irán se mantiene larvado y puede explotar de nuevo en cualquier momento.
Las autoridades islámicas intentan imponer de nuevo el velo a las mujeres