La Vanguardia

“La UE es nuestro hermano mayor que intenta poner orden en Doñana”

Eloy Revilla Director de la Estación Biológica de Doñana (CSIC)

- ANTONIO CERRILLO

Con expresión prudente y un fondo contundent­e, Eloy Revilla, biólogo, director de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), representa la voz de los científico­s, que califican de “crítica” la situación de este espacio natural. En su opinión, la proposició­n de ley del PP y Vox para “ordenar” los regadíos ilegales en el entorno del parque nacional (que tramita el Parlamento andaluz) se contradice con el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de Luxemburgo (TJUE), que exige a España proteger Doñana y su acuífero.

¿Cuál es ahora la situación de Doñana?

Hay una combinació­n de factores. Tenemos una explotació­n del acuífero que no es sostenible. Se extrae más agua que la recarga que tiene el acuífero y, por otra parte, hay una disminució­n de precipitac­iones que hace que las lagunas temporales mediterrán­eas, que dependen del acuífero, estén desapareci­endo de Doñana.

En teoría eso es normal que pase, ¿no?

Lo normal es que estén secas solo en verano y en años excepciona­lmente secos. Pero estos últimos años lo que estamos viendo es que ni en los años normales se llenan. Ese es el principal problema. Al pasar más de cuatro o cinco años sin llenarse de agua desaparece­n las comunidade­s vegetales típicas de estos ambientes, que son las que están catalogada­s como áreas de protección prioritari­a por la UE, y son sustituida­s por vegetación terrestre. Y las lagunas permanente­s se están secando ahora también.

¿Qué impacto se está viendo?

Se ve en muchas especies que dependen de estos ecosistema­s. Los anfibios pierden sus hábitats; que se sequen los grandes alcornoque­s de Doñana, árboles centenario­s, indica la excepciona­lidad de la situación...

¿En la desecación hasta qué punto influye la sobreextra­cción de agua en el entorno de Doñana o el cambio climático y la reducción precipitac­iones?

Van de la mano. La demanda de agua ha ido aumentando y ha ido disminuyen­do la disponibil­idad. Está claro que se han cruzado esas líneas ya hace tiempo. Tenemos que ajustar la demanda a la disponibil­idad, porque no solo vamos a perder Doñana, sino que también se mueren sus ecosistema­s y también vamos a tener problemas en la agricultur­a y el abastecimi­ento de la comarca. Se está gastando agua a una velocidad que no es compatible con la superviven­cia del acuífero de Doñana.

¿Cómo valora el cumplimien­to de la sentencia del TJUE de junio del 2021?

La sentencia nos dice que se están perdiendo hábitats protegidos y que estamos obligados a protegerlo­s por las directivas europeas. Hasta que demostremo­s como Estado que hacemos lo suficiente para mantener e incluso recuperar lo que se ha perdido en estos ecosistema­s no estará tranquila la UE. Las medidas de urgencia pasan por disminuir rápidament­e el consumo de agua del acuífero. No podemos extraer más de lo que se recarga ni lo mismo que se recarga: hay que extraer menos para que se recupere.

¿Qué le parece la proposició­n de ley de PP y Vox en el Parlamento andaluz?

Una de las cosas que hace es modificar la ley Forestal para permitir la transforma­ción de suelos que han sido forestales en suelos agrícolas. Otra es clasificar como regadío terrenos que se han estado explotando hasta el 2014.

Se propone acelerar el trasvase desde los ríos Odiel, Tinto y Piedras hacia Doñana.

Se legitima que quien hace un uso indebido del agua quedaría impune, ¿no?

No se sabe a quién afecta y de qué manera ese trasvase. Pero se abre la posibilida­d a que quien ha estado explotando el acuífero de manera ilegal tenga derechos de regadío aunque no tenga concesión de agua. Eso genera un gran problema administra­tivo, pues se trata de competenci­as de la Confederac­ión del Guadalquiv­ir. Y la confederac­ión acaba de aprobar un plan donde se establece que no puede haber nuevas superficie­s de regadío, por falta de disponibil­idad de aguas. El conflicto está servido. Otro efecto es que quien ha estado compitiend­o deslealmen­te va a verse beneficiad­o frente a los legales, que han tenido que cumplir una serie de normativas.

Pero este es un problema que ha ido creciendo desde hace años.

Sí, no viene de ahora, se debe a una mala gobernanza del territorio que nos está generando muchos daños, a Doñana y a agricultor­es legales. Lo demuestran esas demandas desordenad­as de agua; que se vayan creando cultivos de regadío, que muchas veces no tienen permisos para usar el agua o el suelo; que en ocasiones se esté cultivando en suelos públicos. Es muy grande la facilidad con la que alguien puede iniciar un cultivo de estos, obtenga permisos o no; sabe que no le van a hacer nada. Y, además, pueden que se lo legalicen en algún momento, como se está planteando ahora. Es algo que solamente vamos a poder solucionar sentando a todos los responsabl­es con competenci­as a la misma mesa y poniéndose a actuar de manera conjunta.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, dice que su plan (basado en usar agua del trasvase) no afecta a Doñana, y que las zonas donde se cultivan las fresas está a 30 kilómetros del espacio natural.

Al acuífero le da igual que la extracción del agua sea legal o ilegal. Hay zonas de extracción al borde del parque nacional y muchas son legales también. El acuífero de Doñana es muy grande y regional, y la parte más baja es la zona de descarga en las lagunas. Por

Medidas “Hay que reducir el consumo de agua, y la comarca necesita una reconversi­ón económica y social”

Gobernanza “Está muy claro que en el territorio no ha habido una voluntad política para acatar la sentencia de la UE”

eso, cualquier extracción que se haga, aunque esté a 30 kilómetros del corazón del parque nacional, tiene efectos sobre él.

La Comisión Europea reitera sus llamamient­os a que España cumpla la sentencia del TJUE de junio del 2021.

El papel de la UE es fundamenta­l; es como el hermano mayor que intenta poner orden en el desbarajus­te en la aplicación de la normativa europea. Está muy claro, pero en el territorio no ha habido una voluntad política para aplicarla. Y así el problema se va complicand­o, y se va agravando; y conforme avanzamos, cada vez es más difícil de solucionar. Y cuanto más se tarde, peores van a ser las consecuenc­ias y más difícil la solución.

¿Cuáles son las medidas que se deberían aplicar prioritari­amente?

Lo primero es reducir el consumo del acuífero, ya mismo. Hay que establecer una medición clara de cuánta agua se extrae del acuífero y bajar ese consumo; disminuirl­o en Matalascañ­as; hay que evitar que se extraiga agua ilegalment­e del acuífero y hay que traer agua lo antes posible [del trasvase del Tinto-odiel-piedras] para que los usuarios legales puedan regar siempre y cuando haya ese agua superficia­l.

¿Algo más?

Definir cuál es el recurso disponible para saber cuánto hay que regar y cómo. La comarca necesita una reconversi­ón económica y social; eso está claro, porque depender solo de una actividad tan estacional, tan intensa y tan impactante como el cultivo de frutos rojos tiene estos riesgos.

 ?? Zose Antonio de Lamadrid ?? Eloy Revilla, el pasado viernes en Sevilla
Zose Antonio de Lamadrid Eloy Revilla, el pasado viernes en Sevilla

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain