El Madrid derrota con baja intensidad a un Celta sin gol
Asensio y Militão marcaron y los blancos presionan al Barcelona
El Real Madrid ya no está mucho para la Liga, pero se impuso con oficio y solvencia al Celta, que pagó su conservadurismo inicial y no tuvo recursos para meterse en el partido cuando se le puso cuesta arriba. Los blancos se ponen provisionalmente a ocho puntos del líder. Con cinco cambios de inicio respecto a los que ganaron en Londres, entre ellos Kroos y Modric, a los blancos les bastó con una marcha de baja intensidad en un partido que se jugó sobre todo en el centro del campo, porque el Celta adelantó mucho la línea defensiva y trabó el juego hasta convertirlo en un duelo bastante espeso.
La primera parte fue especialmente aburrida. El Madrid no le dio velocidad al balón y no supo crear ocasiones. El Celta se olvidó de Courtois y se contentó con cortocircuitar el juego de los blancos.
Con Vinícius un tanto apagado en su duelo con Kevin, el Madrid rondó el área de Iván Villar, pero sin llegar a inquietarle de verdad porque no estaba fino en el último pase, con Ceballos impreciso y Tchouaméni muy lento, un auténtico diésel. Los blancos remataron varias veces desde fuera del área, pero con el punto de mira muy desajustado.
Cuando todo apuntaba a irse al descanso con cero a cero el Madrid encontró el gol en una desatención defensiva del Celta, la única de la primera parte. En el 42, tras una recuperación de Camavinga, el más activo de los locales, Ceballos sirvió un balón a Vinícius y este asistió a Asensio, que chutó con la zurda para llevar el 1-0 al marcador.
Si había tardado mucho el gol en el primer acto, en el segundo llegó a los dos minutos, un córner que cabeceó muy bien Militão y que puso ya el partido donde quería el Madrid, con el Celta obligado a abrirse y los blancos más interesados en la contra que en manejar el juego.
Benzema tuvo de cabeza el tercero, pero Villar lo evitó con una gran parada. Lo intentó el Celta, ahora con el dominio del balón. Carvalhal quitó a Gabri Veiga, que había dicho muy poco, pese a las expectativas con que venía, y ni así tuvo más pólvora su equipo. Vinícius dispuso de alguna contra para machacar, pero no era su día y Courtois le sacó un gol hecho a Aspas.