Vilanova repite el pulso del 2019
ERC y PSC pugnan tras cuatro años marcados por las restricciones en el tráfico y la suciedad
Las encuestas dibujan una ajustadísima pugna por la victoria electoral en Vilanova i la Geltrú entre ERC y PSC. Hace cuatro años ganaron los socialistas pero los republicanos, que se hicieron con la alcaldía, pactaron con Junts y la CUP, que acabó abandonando el gobierno. Las reiteradas críticas de la oposición, de comerciantes y ciudadanos por las restricciones en el tráfico y por una deficiente limpieza pública han marcado el mandato en la capital del Garraf. Incluso una encuesta encargada por la Diputación de Barcelona en municipios de más de 10.000 habitantes ha dado la segunda nota más baja de la provincia a la gestión del gobierno.
La alcaldesa y candidata de ERC, Olga Arnau, destaca que “se ha empezado a transformar la ciudad para hacerla más amable y paseable, invirtiendo la prioridad entre los vehículos y las personas”. Admite, sin embargo, que no han sabido comunicar bien las restricciones de movilidad rodada y que los autobuses urbanos hace mucho que son obsoletos. Arnau, que ve difícil pactar con PSC o la CUP, también afirma que “se ha empezado a solucionar el problema de la limpieza”, y recuerda que ha tenido que afrontar grandes imprevistos como la pandemia, un tornado (cuyos desperfectos han supuesto invertir 2,5 millones de euros) y los temporales Gloria (los daños costaron 750.000 euros) y Filomena. La alcaldesa dice que en los próximos cuatro años hay que procurar que la economía de la ciudad “no se pare” y que el crecimiento urbanístico, antes de promover más suelo urbano, se realice en los sectores que han quedado inacabados.
El líder del PSC, el diputado Juan Luis Ruiz, afirma que “no podemos hacer una valoración positiva, ni el fondo ni en la forma, del mandato”. Y añade que la propia ciudadanía ha castigado la gestión del gobierno municipal como ha recogido la encuesta de la Diputación”. Ruiz dice que el principal reto para los próximos cuatro años es “conseguir una Vilanova de la cual nos podamos volver a sentir orgullosos ya que está sucia, desordenada y poco iluminada”. Y también recuperar “cierta ambición”, y mejorar el espacio público y el urbanismo.