Enseñar a pescar
Los jóvenes de 18 a 30 años podrán disfrutar este verano de un descuento especial para sus viajes por España o por Europa. Es la última medida anunciada ayer por Pedro Sánchez, que está saliendo a propuesta electoralistapordía.elviernesanuncióunainversiónde560 millones para reforzar la educación, y lleva unas cuantas relacionadas con la construcción de viviendas. Buenas son las ayudas públicas y especialmente si van dirigidas a los sectores más perjudicados por la economía. Durante la pandemia, las políticas de ayudas a los sectores económicos más afectados permitieron salvar miles de empleos que podían haberse perdido. Pero la coincidencia de la campaña electoral con estos anuncios lanzados en plenos mítines ofrece un aspecto de tómbola que no sé hasta qué punto benefician las aspiraciones socialistas. Al fin y al cabo, lo que se vota el 28-M son los alcaldes y buena parte de los presidentes regionales españoles. No quiero pensar qué puede llegar a prometer Sánchez cuando esté en juego su propia reelección en la campaña de diciembre.
Durante este año, el Gobierno se ha gastado ya una millonada para corregir los efectos de la inflación y la guerra de Ucrania. Las arcas de Hacienda están repletas en un año en que se batieron todos los récords de ingresos tributarios. Y los nuevos impuestos a bancos y empresas energéticas han aumentado esta tesorería. El uso que de este dinero hace el Gobierno nos lleva a pensar que estamos creando una economía dopada y una ciudadanía subsidiada, demasiado pendiente de la Administración pública.
Como bien explica hoy el economista Jordi Gual en las páginas de Dinero, el peso del sector público en la economía también va creciendo de forma desorbitada. Y la dependencia del Estado de muchos sectores ya no parece algo coyuntural, sino estructural. Ya conocen el viejo dicho: “Dale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá todos los días”. De lo que se trataría es más de ayudar más a fomentar la creación de riqueza y menos a repartir ayudas sin orden ni concierto.
En este sentido, siempre será mejor que el Gobierno se cuide de que los jóvenes reciban una buena educación que de que puedan disfrutar de bonos para irse de vacaciones.