Van Vleuten pone la Vuelta patas arriba con viento y polémica

Todo parecía indicar que iba a ser una etapa de transición. Que Demi Vollering, la líder tras ganar el viernes el primer final en alto, y Annemiek van Vleuten, segunda, iban a firmar una tregua. Que las dos neerlandesas, separadas por cinco segundos, se esperarían a hoy, en los Lagos de Covadonga, para jugarse el triunfo. Pero eso no es conocer a la campeona del mundo. Cuando tienes como rival a la ciclista del Movistar, debes dormir con un ojo abierto, por si acaso. Van Vleuten lo volvió a demostrar poniendo la Vuelta patas arriba camino de Laredo. No sin cierta polémica.

Contra Van Vleuten no te puedes descuidar. Cualquier despiste se paga caro. Es lo que le pasó a Vollering, cortada por el viento en unos abanicos a 70 kilómetros de la meta.

Brais Dacal, director del equipo Farto, fue el primero que afeó que el abanico se produjera cuando la líder había parado a hacer sus necesidades. “Es muy decepcionante”, dijo Vollering. “Fue justo después de que algunas de nuestras ciclistas parasen para ir al baño. El viento ni siquiera venía de costado: era en contra”, agregó la directora del SD Worx, Anna van der Breggen.

Son reglas no escritas en el ciclismo moderno respetar al líder en esos momentos. Pero en Movistar aseguran que el plan ya estaba previsto. “El director nos ha dicho por la radio: ‘Chicas, ¿estáis preparadas para un poco de acción? Es un buen momento’”, explicó Van Vleuten en la llegada, donde ganó Realini (Trek), la única que aguantó su ritmo, y donde le sacó 1m04s a Vollering, a la que arrebató el maillot rojo.