Eurostars Hotel Real 5* GL, amor por los clásicos en plena bahía de Santander
Desde su inauguración en 1917, impulsada por el rey Alfonso XIII, esta auténtica joya arquitectónica ha sido testigo de eventos aristocráticos, recepciones y la visita de las más ilustres personalidades
Elegante, de estilo clásico y con mucha historia. Así es el Eurostars Hotel Real 5* GL, el emblemático hotel que corona la bahía de Santander desde hace ya más de cien años. Desde su inauguración en 1917, impulsada por el rey Alfonso XIII, esta auténtica joya arquitectónica ha sido testigo de eventos aristocráticos, recepciones e ilustres personalidades. El hotel se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad y ha sido testigo privilegiado de miles de historias y secretos, así como fuente de inspiración para grandes artistas y escritores. Y es que, desde sus sofisticadas instalaciones, el cantante Jorge Sepúlveda compuso “mirando al mar soñé que estabas junto a mí”.
Su resplandeciente y majestuosa fachada de color blanco, que le ha otorgado el conocido apodo de La Dama Blanca, destaca desde lo alto de la colina en la que se erige y ha conquistado también el corazón de distinguidas personalidades contemporáneas, como Woody Allen, Bruce Springsteen o Ennio Morricone. Y es que su arrolladora personalidad cautiva a todo aquel que lo visita.
Su clasicismo y elegancia se perciben en cada una de las instalaciones, ya que cuenta con amplios salones de estilo francés y sofisticadas habitaciones con amplios ventanales. Además, en su interior alberga un majestuoso jardín, con más de 80 especies de rosas distintas, que lo convierten en el lugar perfecto para disfrutar de un tranquilo paseo como el que en su día recorrieron muchos nobles. Pero, sin duda, la joya de la corona es su terraza, desde donde se atisban unas espectaculares vistas de la bahía. Con el buen tiempo, desayunar en este mágico enclave es un auténtico sueño hecho realidad.
Si los beneficios terapéuticos del Cantábrico conquistaron a la monarquía y la aristocracia de aquella época, ahora lo hace su completo centro de talasoterapia, con más de 1.400m2, que ofrece una amplia gama de tratamientos faciales y corporales para dejar atrás las preocupaciones del día a día.
Para poner el broche de oro a una estancia única, su restaurante El Puntal se convierte en una parada obligatoria para comer como un auténtico rey. Este sofisticado espacio con amplios ventanales ofrece las mejores recetas de la gastronomía local, con una amplia variedad de vinos que incluye más de 180 referencias. Sin duda, un clásico entre los clásicos que no deja indiferente.