Maestro de una generación
MATEO MADRIDEJOS Periodista (1932-2023)
Pocas veces es tan adecuado reconocer en alguien a un maestro como sucede en el caso de Mateo Madridejos, fallecido ayer en Barcelona. Para la generación de periodistas interesados en la política internacional que echó a andar en la profesión a principios de los años setenta, fue siempre una referencia, un ejemplo que seguir, un analista sagaz e informado que evitaba los lugares comunes y la simplificación de los hechos. Quienes, como estudiantes de Periodismo, fuimos sus alumnos siempre recordaremos sus lecciones, una mezcla sugestiva de historia y de descodificación de la actualidad.
Mateo se graduó en Periodismo en la escuela oficial de Madrid. a partir de 1963 sumó su voz a la rica tradición de analistas de política internacional que poblaba la prensa de Barcelona, sometido entonces por la dictadura a estricto control y censura el análisis de la política nacional. “no se derrumbaban las columnas del templo, pero abundaban los sobreentendidos que captaban los lectores avisados”, explicaba Mateo muchos años después recordando tiempos del franquismo.
Desde 1964 hasta 1993 desarrolló una larga carrera en medios de Barcelona: fue analista y corresponsal en París del diario Tele/exprés (19641972) y el semanario Destino, subdirector de El Noticiero Universal (1972-1975), subdirector de La Hoja del Lunes (1977-1980), redactor jefe de El Periódico de Catalunya (1982-1991) y responsable de la información internacional en El Observador (1991-1993).
a partir de 1995 y hasta el 2009 colaboró en las páginas de opinión de El Periódico ,y desde entonces y hasta el 2021 publicó en su blog personal El Observatorio Mundial, donde se prodigó en su gusto por los textos largos y detallistas, los adjetivos precisos y las descripciones rotundas.
su bibliografía no es menos extensa. a la publicación en 1973 de Colonialismo y neocolonialismo le siguieron Un cáncer llamado nazismo (1975), La sonrisa de la perestroika (1987), La caída del muro. Del comunismo a la democracia (1990), Oriente y Occidente. Dos mundos en conflicto (2001), Europa de 15 a 25 (2005), Las revueltas árabes y el desafío a la democracia (2011) y El siglo de Asia (2021). nunca vio la luz uno dedicado a los sucesos de mayo de 1968, que siguió en París, prohibido por la censura.
en 1986 sumó su firma a la serie sobre la guerra civil La guerra de todos, publicada por entregas en El Periódico y posteriormente editada en forma de libro.
Veinte años más tarde publicó Diccionario onomástico de la guerra civil, que reúne 334 biografías de “personas que tuvieron alguna actuación relevante, digna de recordar o execrable”.
el libro es fiel reflejo de la exigencia intelectual de un lector voraz, que era capaz de hablar con la misma hondura de la Guerra Civil que de un artículo aparecido en Foreign Affairs sobre un enrevesado asunto en cualquier parte del mundo.
nunca llegó a ponerse a la máquina para escribir uno referido a la revolución de los claveles, a pesar de ser de los poquísimos periodistas españoles que, mediados los setenta, tenía un conocimiento pormenorizado de Portugal, de la dictadura abatida por las Fuerzas armadas.
en Lisboa, un día de abril de 1975, el escritor Mario Ventura, amigo suyo, le animó a poner manos a la obra, pero ya entonces me pareció que era reacio a hacerlo. años más tarde, en un curso de verano de la universitat Pompeu Fabra, hizo un análisis tan sistemático de los sucesos de Portugal que imaginé que detrás de la intervención alentaba un libro. al salir del aula le pregunté, y él me contestó: “no hace falta; ya está todo dicho”.