El panteón de los repatriados de ultramar de Les Corts, en restauración
El mausoleo de las guerras de Cuba y Filipinas se rehabilita con la tasa turística
Estos días se ha iniciado la rehabilitación de la singular cripta que conserva los restos de más de 700 soldados fallecidos durante las guerras de Cuba y Filipinas en el cementerio de Les Corts.
La intervención servirá para recuperar “la imagen original del mausoleo mejorando su funcionamiento y durabilidad”, informan fuentes municipales. Los trabajos ahora se centran en la cubierta del monumento funerario para impermeabilizarlo mejor. La actuación, una petición conjunta del distrito de Les Corts y Cementiris de Barcelona, también servirá para limpiar a fondo el panteón y restaurar elementos como las puertas y la barandilla de hierro, los encuadres y esquinas de los nichos o reponer piedras desprendidas, procedentes de Montjuïc. Se prevé que las obras duren unos cuatro meses, con un coste de 93.233,70 euros, importe financiado en su mayor parte con la tasa turística.
El mausoleo, que es obra del arquitecto jefe municipal Pere Falqués, lo costeó e inauguró el Ayuntamiento en 1904. En el momento de su inauguración, había 722 nichos aunque luego se incrementaron por el aumento de soldados fallecidos. De hecho, la cifra exacta es incierta. Hay 725 placas con nombres y apellidos de las personas enterradas aunque entre los números 726 y 732 aparece una “x” escrita, probable referencia simbólica al soldado desconocido porque de algunos cadáveres no se conoce la identidad.
El Ayuntamiento ha editado un libro y organizó una exposición y una charla en la sede del distrito recordando la historia del panteón a partir de una investigación del historiador Daniel Venteo. Entre las anécdotas, se explica que aquellos que podían permitirse pagar 2.000 pesetas en metálico tenían la opción de redimirse del servicio militar obligatorio.
Al principio el monumento era más modesto, con un obelisco a partir de un proyecto del arquitecto auxiliar de la sección del cementerio del Ayuntamiento Juli Maria Fossas, pero Falqués lo redimensionó para convertirlo en el mausoleo que ha llegado hasta nuestros días.c