El líder de Junts encarna el “entreguismo a viejos tiempos”, critica Maragall
Al entrar en la recta final de la campaña y jugarse votos de ciudadanos indecisos, el alcaldable de ERC, Ernest Maragall, subrayó ayer respecto a los posibles pactos postelectorales que no caerá “en el reparto de cargos, sillas y funciones, que es lo que pasó en el 2019”. En una rueda de prensa organizada por la ACN, Maragall, que ganó las anteriores elecciones, se refería a la investidura de Ada Colau gracias al PSC y a Manuel Valls.
En esa llamada a los electores vacilantes, Maragall cargó contra el candidato de Junts, Xavier Trias, que, a su juicio, encarna “el entreguismo de la ciudad a viejos tiempos”, en referencia a la Convergència de las comisiones del 3%. También reiteró el “riesgo” de una alianza de Trias con el PSC, en la que podría participar “directa o indirectamente” el PP.
En la rambla del Raval, la número tres de la candidatura, Ester Capella, esbozaba las líneas de ERC respecto a la acogida de personas migrantes. Sin dar detalles, indicó que es su voluntad abrir en Barcelona un espacio cultural para la diversidad, al estilo del que existe en París dedicado al mundo árabe, y reforzar el catalán como lengua de encuentro.
Sí dedicó más tiempo a mostrar su rechazo a temas que no son competencia municipal. La exconsellera de Justicía de la Generalitat criticó que socialistas y comunes “mantengan una ley de extranjería racista que permite que los ricos puedan comprar permisos de extranjería” en referencia a las golden visa o visados dorados, que posibilitan obtener permisos de residencia a través de inversiones de un mínimo de 500.000 euros en viviendas. “Es una discriminación económica que creó el PP y que mantienen los socialistas y Podemos”, subrayó, a la vez que reclamó el cierre del centro de internamiento de extranjeros de Barcelona, “una prisión para las personas que no han podido comprar su permiso de residencia”.