La Eurocámara plantea prohibir cortar la energía a los consumidores vulnerables
En su primer debate, el ponente también propone limitar los llamados ‘beneficios caídos del cielo’
La esperada reforma del mercado eléctrico echa a andar. La comisión de Industria y Energía del Parlamento Europeo debatió ayer por primera vez el informe presentado por el ponente, el socialista español Nicolás González en que plantea que se prohíban los cortes de energía a las personas vulnerables y que se limiten los llamados beneficios caídos del cielo (ganancias extras de las eléctricas que no tienen que pagar derechos de CO2 ni usan gas). El eurodiputado considera que a pesar de que la propuesta de la Comisión “es un buen punto de partida”, se necesita proteger a los consumidores ante crisis de precios como la vivida en los últimos meses. “Es necesario introducir la obligación para los estados miembros de prohibir la desconexión de clientes vulnerables, incluidos los afectados por la pobreza energética, y garantizar el derecho de los ciudadanos al suministro eléctrico para sus necesidades básicas”.
Entre las enmiendas incluidas también está la de limitar los beneficios caídos del cielo de las conocidas como tecnologías más baratas, como las renovables o la nuclear. “La propuesta de la Comisión tiene un vacío inaceptable, porque prevé que pueda haber medidas extraordinarias ante una crisis de precios, pero no establece cuáles”, argumentó González. En la enmienda se establece un límite máximo de ingresos de 180 euros el megavatio hora. Aun así, el mecanismo solo se activaría cuando los precios superaran dos veces durante tres meses la media de los últimos cinco años, una medida muy difícil de activar.
El objetivo es que cuando se produjera esta situación, la Comisión Europea activaría el mecanismo de emergencia y esos beneficios extra que han conseguido las eléctricas los podrían utilizar los países para aliviar las facturas de los ciudadanos. Durante el primer debate, la medida de ayudar a las personas vulnerables se apoyó ampliamente, sin embargo, no ha gustado la de limitar los beneficios. El Partido Popular Europeo fue el más contrario a la medida. “Es un línea roja, va a matar la inversión”, argumentó el alemán
Christian Ehler. La representante de la Comisión Europea, presente en la reunión, también añadió que el límite le parecía “problemático”. La gran mayoría de grupos considera que será uno de los puntos más difíciles en la negociación. El objetivo es que el reglamento esté aprobado antes de que acabe la legislatura.c
Los populares europeos se oponen a topar los beneficios porque “va a matar la inversión”