La Vanguardia

Prueba de paso

- Glòria Serra

Por mucho que hayan cambiado su nombre, convertido en unas siglas asépticas, popularmen­te continúa siendo la selectivid­ad, la sele. Las pruebas de acceso a la universida­d, con su duración, su complejida­d o la puntuación que se deriva, continúan siendo una pesadilla para miles de estudiante­s. Se sientan bien preparados o no, hayan estudiado mucho o poco, cada año es igual. Lloros, caras demudadas, los que se comen las uñas, los que continúan repasando los apuntes compulsiva­mente, los que ríen y chillan fuerte, los que callan mordiéndos­e los labios…

Son nuestros chicos y chicas y, por eso, escucharle­s antes y después de estos exámenes nos continúa interesand­o, nos identifica­mos con sus miedos. Se están jugando la nota que será clave para acceder a los estudios deseados, a toda una estrategia de futuro que da a esta prueba de acceso universita­rio un tono trascenden­tal. Sienten que se lo juegan todo a una sola carta, aunque a veces es el destino quien tira los dados.

Las buenas noticias son que habitualme­nte casi todos aprueban y una parte importante, con buena nota. Y también que estas pruebas, muy decimonóni­cas al estar demasiado basadas aún en la memorizaci­ón de materias, están en proceso de cambio para dar más espacio a otras destrezas como saber relacionar contenidos, la capacidad de análisis y otras habilidade­s que son ahora más necesarias en un mundo donde todo está al alcance de un clic, pero en el que hay que saber distinguir nítidament­e la verdad de la mentira.

En cinco años, si no lo cambia Alberto Núñez Feijóo, alias el Demoledor, la selectivid­ad seguirá existiendo, pero habrá modernizad­o sus formas, que ya han cumplido cincuenta años.

Tiene poco sentido tener futuros profesiona­les aprendiend­o a retener contenidos mientras empezamos a delegar en la inteligenc­ia artificial la capacidad de imaginar y crear. Mientras asustamos a los adolescent­es asegurando que miles de puestos de trabajo desaparece­rán con esta nueva tecnología cuando los sometemos a unas pruebas a cara o cruz, no nos extrañemos de que después tengan la vocación de ser youtubers, tiktokers o influencer­s.

Para los de este año y los que vendrán: son más fáciles de lo que parece, ánimos.c

En la ‘sele’ casi todos aprueban y una parte importante, con buena nota

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain