El Madrid toma el Olímpic y acaricia la final
Feliz se queja del arbitraje: “Es una vergüenza”
Por un instante parecía que encaraba el final de la temporada con malas sensaciones, en duda el proyecto de Chus Mateo. El equipo estuvo incluso en la lona, contra las cuerdas en el reto europeo. Pero llegado el momento de la verdad, con los títulos en juego, el Real Madrid ha vuelto a resurgir. Exhibió su competitividad levantando la Euroliga y ha resucitado de nuevo en las semifinales de la Liga Endesa contra el Joventut tras perder el primer partido de la serie y sufrir en el segundo. El espectacular ambiente en el Olímpic, con 12.323 almas dejándose la garganta, despertó la mejor versión de un conjunto blanco que selló la segunda victoria de la eliminatoria y ya está a un paso de la final.
Por contra, los de Carles Duran cayeron en la sobreexcitación. La pegajosa defensa rival, dura sobre jugadores clave como Guy y Tomic, al límite de la falta, derivó en tiros forzados. “Nos tienen que respetar. Es una vergüenza”, lamentaría Feliz la disparidad de criterio en las faltas al final del partido, algo que también denunció con ironía la grada al celebrar una personal pitada a Tavares. La Penya, sin embargo, no igualó la intensidad inicial del Madrid. Musa, Yabusele y Hanga firmaron un primer parcial demoledor (2-16) que frenaron Brodziansky y Guy al término del primer cuarto (16-25). La pequeña reacción local no evitó que los visitantes siguieran con el ritmo del encuentro, cómodos en la dirección Sergio Rodríguez y Llull. Hezonja, Musa y Yabusele, de largo el más abucheado en Badalona, anotaban sin oposición. Solo Guy, con jugadas muy complicadas, respondió al poderío blanco. Insuficiente ante un Madrid que se fue al descanso con un 80% de acierto en tiros de dos y 16 puntos de renta (32-48).
Aún quedaban 20 minutos de esperanza para un Joventut que siguió sin soluciones ante la defensa rival. Lo que debía ser la reacción local fue el mejor momento de Musa, que disparó la ventaja (37-67). Poirier, mejor que un Tavares inédito, sin tiros, abrió más la brecha al final del tercer cuarto (43-70). Parecía sentenciado el duelo, pero la Penya, a base de fe, casi obra el milagro. Secundarios como Birgander y Ellenson creyeron y Feliz, a falta de un minuto, abrió un hilo de vida con un triple (73-78). Dos tiros libres de Musa, con los que llegó a los 25 puntos, máximo anotador del partido, tumbaron a un Joventut y un Olímpic que el lunes intentará evitar la eliminación.c