Valencia, referencia de la batería
La autonomía ha pasado de poder perder la Ford a ser referente en Europa del vehículo eléctrico
La posibilidad de que Tesla instale una fábrica de coches y baterías en la Comunidad Valenciana, aún por confirmar y en fase de negociación con la Generalitat Valenciana, ha reforzado la hipótesis de que esta autonomía puede convertirse en una referencia del ecosistema industrial del vehículo eléctrico en el sur de Europa. No era así hace apenas un año, cuando se temía por el futuro de la planta de Ford en Almussafes, cuando la multinacional meditaba qué fábrica cerrar en Europa, si la de Alemania o la de Valencia. Pero hace pocos meses dos noticias revertían la situación: Volkswagen elegía Sagunt para instalar su gigafactoría, con una inversión de 3.000 millones de euros, y Ford anunciaba que Almussafes seguiría en funcionamiento reconvirtiéndose en una planta para vehículos eléctricos. Con un coste, eso sí, en la plantilla, pues cerca del 20% de los trabajadores de Ford en València estarán afectados por un ERE.
El pasado jueves una nueva noticia se sumaba a este nuevo ciclo: Tesla negocia con la Generalitat Valenciana la posibilidad de instalar una fábrica de vehículos y baterías, con una inversión que podría superar los 5.000 millones de euros. La filtración de la noticia no ha gustado al Ejecutivo valenciano, dado que esta negociación está sometida a una cláusula de confidencialidad y se teme que la difusión de esta posible inversión afecte al resultado final. Eso es, al menos, lo que señalan ahora fuentes de la Generalitat Valenciana. Pero no es menos cierto que el president Ximo Puig había anunciado durante la campaña electoral que varias empresas multinacionales estaban interesadas en invertir más de 24.000 millones de euros en la Comunidad Valenciana en áreas, principalmente, de la electrificación de vehículos.
Tesla ha invertido en Alemania más de 5.000 millones de euros en su primera gigafactoría europea. La megafábrica, que se encuentra en los alrededores de Berlín, produce automóviles y baterías. Pero la firma de Musk deseaba encontrar otro emplazamiento para una segunda fábrica. Que la elección pueda ser la Comunidad Valenciana no está exenta de lógica: otras dos multinacionales como Ford y Volkswagen ya han confirmado sus inversiones para una apuesta, la del vehículo eléctrico, que es una exigencia de la Unión Europea, y que ha impuesto sus ritmos.
El caso de Tesla remite al de la multinacional alemana y de su filial Powerco que es la que desarrollará la inversión en Sagunt, con capacidad para dar empleo directo e indirecto a más de 10.000 personas. En la negociación con Volkswagen, la Generalitat Valenciana mantuvo una discreción absoluta, también sometida a la exigencia de confidencialidad, y la fórmula finalizó con éxito. Y eso que Sagunt no estaba, inicialmente, en el mapa de donde se iba a instalar esta gigafactoría. Inicialmente se pensó que podría ser en Catalunya, opción que la propia multinacional descartó. Posteriormente, el Gobierno español apostó por Aragón y Extremadura, pero el ejecutivo de Ximo Puig logró, con no pocas complicidades, entrar en la quiniela. Durante meses se negoció en Alemania y en Valencia, con reuniones secretas al más alto nivel por parte de la empresa y de la institución alemana.
Varios factores jugaron a favor de la elección de Sagunt: las comunicaciones
La planta de baterías de Volkswagen y la electrificación de Ford en Almussafes ofrecen un nuevo paradigma
Las negociaciones con Tesla no están cerradas y las filtraciones podrían afectar a la decisión final
terrestres y ferroviarias, con el corredor mediterráneo como referencia; la posibilidad de disponer de inmediato del terreno para iniciar las obras, la proximidad y colaboración de la Universitat Politécnica de Valencia y la cercanía de los puertos de Sagunt y, también, de Valencia.
Estos factores también se han puesto sobre la mesa en las negociaciones con Tesla, según diversas fuentes. Pero una de las dificultades es la ubicación de una fábrica de Tesla que necesitará mucho terreno y facilidad de conexión con las infraestructuras señaladas. De momento, la Generalitat Valenciana, en lógica, se niega a confirmar nada. Ahora hay temor a que finalmente la empresa de Elon Musk pueda echarse atrás por cualquier motivo, incluido la filtración de las negociaciones. En cualquier caso, la Comunidad Valenciana ya es una geografía atractiva para la nueva industria del automóvil, venga o no venga finalmente Tesla.