Londres creó una unidad secreta para neutralizar las críticas al confinamiento
El grupo monitoreaba a los científicos escépticos con las mascarillas y vacunas
La CDU no es solo la democracia cristiana alemana, es también una unidad secreta del gobierno británico que durante la pandemia se dedicó a monitorear y neutralizar las opiniones de quienes cuestionaron o denunciaron los confinamientos draconianos, el cierre de escuelas, la obligatoriedad de las mascarillas, la prohibición de reuniones (incluidas con familiares enfermos o moribundos), los pasaportes de vacunación y la utilización de drones por parte de la policía a fin de multar a quienes desafiaban las medidas.
La Unidad de Contra Desinformación (CDU) estaba integrada por un grupo pequeño de personas que operaban primero desde el Ministerio de Cultura y después desde el de Ciencia, Innovación y Tecnología, y con la ayuda de los servicios de inteligencia seguían las actividades de los científicos y epidemiólogos opuestos a los confinamientos, copiaban sus artículos y mensajes, y estaban en contacto con las redes sociales para que fueran suprimidos, según el diario The Daily Telegraph.
Miembros de los Comunes han pedido la investigación de las actividades de la unidad –que sigue existiendo, pero con el punto de mira en la desinformación procedente de Rusia–, y grupos defensores de los derechos humanos han señalado que “se trata de algo que parecería más propio de la Stasi alemana o de Corea del Norte que de la democracia británica, un abuso de poder, como si las autoridades tuvieran un cheque en blanco para atacar las libertades”.
El gobierno confirmó la existencia de la CDU “para proteger la salud pública y la seguridad nacional, siguiendo la pista a narrativas y utilizando información disponible online al público”, pero niega haber censurado a periodistas y parlamentarios en las redes sociales. Según el Telegraph, la CDU colaboró con plataformas como Facebook y Twitter para que los mensajes de los críticos de los confinamientos fueran suprimidos, y utilizó la inteligencia artificial para rastrear sus comentarios y alertar al gobierno sobre quienes se oponían a la idea de los pasaportes de vacunación.
La revelación de la existencia de la CDU ha coincidido con la publicación de un informe de la Universidad Johns Hopkins que señala que el efecto positivo de los confinamientos draconianos fue muy reducido y “solo” evitaron la muerte de unas cuatro mil personas en EE.UU. y 1.680 en Gran Bretaña. Los enemigos de las medidas más radicales dicen que el daño que causaron en términos de salud mental, retraso de operaciones, falta de acceso a los médicos y anulación de medidas de prevención fue muy superior con creces a sus beneficios. Y alegan que Suecia, que aplicó normas más laxas basadas en recomendaciones más que en imposiciones, no registró una mayor incidencia de víctimas.
Una juez independiente está encargada de analizar la preparación (o falta de ella) que había en el país para una pandemia como la de la covid, si las autoridades reaccionaron a tiempo y de manera adecuada, qué errores se cometieron y si fueron insuficientes o exageradas las decisiones que adoptó el gobierno, como cierre de escuelas, pubs y restaurantes, confinamientos y restricción de reuniones de más de seis personas.c
Grupos pro derechos humanos denuncian las actividades como un abuso de poder y piden una investigación