HOME RUN El peor anuncio del Barça

Estos son días de recuerdos. Como no pensar en estas circunstancias en aquel niño que, sería en 1973, respondió a una pregunta que le hizo un familiar adulto, al día siguiente de la final de lo que entones se llamaba Copa de Europa. –¿Qué jugador te gustó más?

–El 14.

–Pues lo va a fichar el Barcelona. Menudo regalo y que nervios. ¿Y si al final no viene? ¿Y si se entromete el Madrid y se lo lleva?

Ese número 14 se llamaba Johan Cruyff y había conducido al Ajax de Amsterdam a tres títulos consecutivos del máximo galardón de clubs.

Cualquier culé de aquella época recordará que aquellos eran tiempos de vacas flacas, peor todavía, famélicas. A aquel niño le hablaban de Kubala, de Suárez, de los postes de Berna y toda esa mitología con la que se trataba de buscar el consuelo colectivo ante aquella miseria.

En el tira y afloja, el astro neerlandés se retrasó. Pero llegó. Agua bendita. Antes del debut, aquel niño recuerda que miró la clasificación de la Liga y los blaugrana afrontaban lo inimaginable: rozaban el descenso. Había que encomendarse a Cruyff y su cambio vital.

Fue un visto y no visto. Del posible hundimiento en Segunda División, el equipo pasó a ganar el campeonato de forma apabullante, tras 14 años de frustraciones y lágrimas.

¿Recuerdos? Todo esto viene a cuenta del fichaje de Lionel Messi por el Inter de Miami, equipo de reciente creación.

Así que resulta imposible llevar 14 años de peregrinación por el desierto, pero sí que los niños que siguen a este equipo pueden sentir la ilusión de que se obre el milagro y su Inter, uno de los equipos más lamentables de la MLS (Major League Soccer), se convierta en una escuadra puntera.

La irrupción de Messi no solo ilusiona a los hinchas de los de Miami. Pelé, Cruyff o Beckenbauer, viejas estrellas, estuvieron en Estados Unidos en la prehistoria de la competición del soccer, cuando este deporte parecía una cosa de museo etnográfico.

De aquellas cenizas surgió la MLS que, pese a su consolidación y crecimiento, juega contra las ligas europeas, sobre todo la Premier League, una maquinaria sin igual de promoción. Pero la llegada del genio argentino se espera sea un factor sustancial de desarrollo. Nunca ha habido una estrella tan significativa como Messi, de calado global.

Su fichaje también ha sido un pésimo anuncio para el Barça. Qué lejos queda cuando era ejemplo por su “academia”. Hoy es el club metido en líos que no puede ni afrontar el regreso de Messi.c