La Vanguardia

“No humillemos a Rusia como a Alemania tras la I Guerra Mundial”

Eric Maskin, Nobel de Economía; propone soluciones de teoría de juegos para la política

- Lluís Amiguet

¿Edad? La que me permite investigar 30 años más. Nací en Nueva York y disfruté de su gran escuela pública. Si no reformamos el sistema electoral, Trump volverá a ganar aprovechan­do los fallos del actual: tengo una propuesta. La inflación acabará en recesión suave. Colaboro con la cátedra UB-RACEF-FMM

Qué propone usted para Ucrania desde la teoría de juegos? Sabemos que Putin no esperaba que su “operación especial” en Ucrania fuera tan mal como va. Eso podría decirlo cualquier observador. Y sabemos que está buscando una salida para no acabar perdiendo sin paliativos.

¿No hay en el círculo íntimo de Putin quien también se aprovecha de que dure? En cualquier caso, Putin necesita algún logro para poder disimular su fracaso ante los rusos. Y se trata de cederle ese peón para que todos ganemos la partida de Ucrania.

Tal vez haya otros incentivos no confesable­s para continuar la guerra.

Seguro que no son suficiente­s para quienes mueren en ella o pierden todo lo que tienen.

¿Qué peón sacrificar­ía usted desde la teoría para ganar la partida?

Los que en teoría de juegos se pueden perder al menor coste y con la mayor ganancia. Expandir la OTAN no haría que Occidente esté más seguro de lo que está. Bastaría con que Ucrania no formara parte de la OTAN. Y ese logro Putin podría exhibirlo para salvarse de pagar con su cabeza la derrota.

¿Y no se merece, en cambio, una lección ejemplar él y toda Rusia y ser humillado? Ese no es el cálculo racional sino el instinto primario –dar una lección a quien desafía el orden establecid­o–, que precisamen­te intentamos evitar al calcular nuestros movimiento­s en teoría de juegos.

¿Cuál sería el movimiento inteligent­e? Los clásicos advertían contra el riesgo de extra vincere, el exceso destructor en la victoria. Digamos que es el momento en el que destruir al adversario ya no proporcion­a beneficio alguno al vencedor y, en cambio, aumenta el incentivo para que el perdedor resista al percibir nuestra intención. Eso sería un error de Occidente.

Y en Ucrania, ¿cuál sería ese error?

Si los rusos perciben que lo que quieres es darles una lección humillante, lo que estás haciendo es incrementa­r el incentivo de que destinen más recursos y vidas a la guerra. Porque ya no lucharían solo por Ucrania sino por la salvación de su propia patria.

¿Cómo lo sabe?

Porque ya cometimos ese error al humillar en exceso e innecesari­amente a la ex Unión Soviética al negarle el derecho a formar parte del club de los poderosos. Putin resiste precisamen­te en Rusia porque aún lo perciben como quien les sacó de esa humillació­n.

¿Y no debemos darle otra lección ahora? Es también el error que cometieron los aliados tras la I Guerra Mundial al humillar a los alemanes: prepararon el terreno para el advenimien­to de Hitler y su venganza, que fue iniciar la II Guerra Mundial.

¿Ve a Rusia vengándose de Occidente? No tengo la menor duda de que lo intentaría al menos. Y nosotros no necesitamo­s humillar a Rusia: sólo salvar a Ucrania.

¿Es posible lo segundo sin lo primero?

Claro que lo es y si quiere un argumento más preciso, lea el libro de Keynes Las consecuenc­ias económicas de la paz, donde plantea los argumentos sobre Alemania que ahora deberíamos aplicar a Rusia.

Otro dilema para la teoría de juegos: cómo frenar la actual inflación sin recesión. Si volvemos a interpreta­r la historia, casi siempre para frenar la inflación los bancos centrales han subido los tipos tanto que han acabado causando una recesión.

¿Peor el remedio que la enfermedad?

Yo diría que al final tendremos recesión; pero será una recesión suave y así al fin la Reserva Federal frenará la inflación.

¿Por qué sabemos tan poco de cómo frenar la inflación?

Sabemos que se puede frenar subiendo tipos, pero, en efecto, nadie sabe cuánto hay que subirlos exactament­e ni cuándo.

¿Volverá Trump a ganar las elecciones? Trump se aprovecha de la ineficienc­ia del sistema electoral de las primarias republican­as. Por eso, he diseñado un sistema para reformarlo.

¿Acaso Trump no ganó en las urnas? Trump ganó la nominación republican­a en el 2016 porque se impuso en esas primarias en varios estados; pero no ganó por mayoría, sino con apenas el 13% de los votos.

Y al fin logró llegar a la Casa Blanca. Solo porque el voto anti-trump se repartió entre muchos otros candidatos republican­os en esas primarias. Si solo hubiera tenido un único rival, Trump hubiera perdido. Por eso hay que evitar que repita la jugada.

¿Qué propone usted?

Trump va a volver a ganar en el 2024 si no reformamos el sistema. Y propongo que en vez de votar a solo un candidato, se vote al favorito A; y luego a un segundo B; tercero C... Después, el cómputo de las preferenci­as decidiría el ganador.

¿Pero cómo hacer efectiva la reforma? Ya la han aprobado los electores en los estados de Maine y Alaska. Y trabajamos para que se apruebe en otros.

 ?? César Rangel ??
César Rangel

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain