Calviño alerta contra los recortes y reta al PP a desvelar su proyecto económico
El PSOE presiona sin éxito para acordar debates electorales: “Siguen dando largas”
Ayer debía haberse celebrado el primero de los seis debates electorales que Pedro Sánchez propuso, sin ningún éxito, a Alberto Núñez Feijóo. En espera al menos de un cara a cara entre los dos principales contendientes, el presidente del Gobierno empezó a diseñar ayer en Ferraz la estrategia con la que desplegará su programa electoral para el 23-J. Con un primer foco en la política económica y la gestión de su vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, para contrastarlo con la ausencia de proyecto y de equipo en la materia que atribuye a Feijóo.
“Frente a la política económica responsable y coherente del Gobierno está la nada. ¿Qué propuesta tiene el PP, cómo va a rebajar la deuda si baja los impuestos? Cualquier ciudadano sabe que bajar la deuda bajando los impuestos quiere decir recortes del Estado de bienestar”, advirtió Calviño.
Pese a no tener carnet del PSOE ni figurar en sus listas, la vicepresidenta compareció por vez primera en Ferraz para reivindicar la agenda económica socialista y alertar contra el modelo que pueda desplegar Feijóo si logra su objetivo de llegar a la Moncloa.
Calviño emplazó al líder del PP a definirse. “En este momento, no sabemos ni quién, ni qué, ni para qué”, advirtió sobre el modelo económico de Feijóo y quién lo encarnará, que aún es una incógnita. Y le conminó a “aclarar” si su propuesta es derogar el incremento de las pensiones, la subida del salario mínimo o la reforma laboral. “Es urgente”, demandó, que el PP defina las propuestas económicas con las que concurrirá a las elecciones. La política económica del Gobierno, en cambio, aseguró que ya la conocen todos los ciudadanos, y que “funciona”, como alegó que demuestra el crecimiento económico y la creación de empleo que registra España.
La defensa a ultranza de la ortodoxia económica llevó a Calviño a chocar en repetidas ocasiones, en esta legislatura, con Yolanda Díaz y Unidas Podemos. Pero ayer aseguró tener “un alineamiento total” con Sánchez en la agenda económica y, tras haber dado por finiquitada a la formación morada tras el 28-M, minimizó su gestión en la materia. “Es verdad que el socio minoritario no ha tenido prácticamente influencia en la política económica”, subrayó.
“No es el momento de parar o volver atrás”, alertó en todo caso sobre las presuntas intenciones de Feijóo si logra la presidencia del Gobierno. Así, urgió a que el líder del PP defina su agenda económica y le emplazó a designar un responsable con el que poder confrontar sus respectivos proyectos.
¿Juan Bravo, Luis Garicano, Pablo Hernández de Cos...? “Yo no tengo ningún tipo de preferencia”, atajó Calviño sobre las quinielas del posible responsable económico que designe Feijóo. Y admitió que le da igual a quién elija, pero le emplazó a hacerlo con urgencia. Con un argumento que subrayó repetidas veces: “Con las cosas de comer no se juega”.
“La política económica afecta a todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos, y por eso cuanto antes deberíamos tener un debate específico con la persona que vaya a coordinar la política económica del PP”, demandó.
La vicepresidenta mantuvo una reunión en Ferraz con Sánchez, para empezar a definir propuestas y prioridades del programa electoral, a la que también asistieron Teresa Ribera, María Jesús Montero, Félix Bolaños o José Luis Escrivá. Pero, por ahora, se reservan las propuestas, que irán desplegando durante la campaña.
Sánchez quiere poner con Calviño el foco de la campaña en la política económica, para resaltar la gestión del Gobierno progresista en esta última legislatura, si bien esta estrategia no funcionó en las elecciones autonómicas y municipales, tras las que el PSOE perderá la mayor parte de su poder territorial. Y la propia Calviño admitió que la gestión económica del Ejecutivo, refrendada por los datos del FMI, el BCE o la OCDE, queda eclipsada por otras cuestiones con las que el PP obtiene buenos réditos electorales. “Uno de los fenómenos que hemos vivido en estos años es la dificultad de comunicar la gestión del Gobierno en un entorno de crispación y ruido que en nada beneficia a la convivencia democrática”, advirtió. Por eso, demandó centrar el debate “en lo que es más importante para los ciudadanos”. Es decir, el bolsillo. Las cosas de comer.
El PSOE sigue, entre tanto, presionando al PP para acordar los debates electorales. Aún sin éxito. “Siguen dando largas”, lamentó el secretario de organización, Santos Cerdán, tras telefonear al coordinador general del PP, Elías Bendodo, quien a su vez le remitió a Esteban González Pons como interlocutor. El PP tampoco se comprometió a que Calviño pueda debatir con nadie sobre la política económica. “Lo que parecen ocultar son subidas de impuestos y recortes sociales y de derechos, como ya ocurrió la última vez que la derecha llegó al poder”, advirtió Cerdán. Pero avisó: “A la presidencia del PP se podrá llegar de puntillas, pero a la Moncloa no”.c
La vicepresidenta minimiza la influencia de Unidas Podemos en la agenda económica del Gobierno
“A la presidencia del PP se podrá llegar de puntillas, pero a la Moncloa no”, avisan los socialistas a Feijóo