Feijóo se blinda en el Congreso con su núcleo duro como cabezas de lista
El PP ficha a Nacho Martín Blanco, ex de Ciudadanos, para la lista de Barcelona
Gamarra irá por La Rioja; Bendodo, por Málaga; González Pons, por Valencia, y Tellado, por A Coruña
Sémper advierte a Vox: “Un condenado por maltrato no debería dedicarse al ejercicio activo de la política”
Alberto Núñez Feijóo, convencido de que va a gobernar después del 23 de julio, está haciendo un grupo parlamentario en el Congreso a su imagen y semejanza, para construir un equipo experimentado que le dé soporte desde el Parlamento, si como espera gana las elecciones y se convierte en presidente de un Gobierno que todo indica que estará en minoría.
Para ello, el presidente del PP ha colocado a su núcleo duro como cabeza de lista de las distintas circunscripciones, lo que supone una renovación del 75 por ciento de las candidaturas. En concreto, Alberto Núñez Feijóo ha cambiado para las elecciones a los cabezas de lista de 39 de las 52 candidaturas que se presentan.
Para conseguir ese blindaje del grupo parlamentario, el presidente del PP ha trabajado en su elaboración junto con dos personas de su total confianza, el vicesecretario de organización, que fue secretario general del PP de Galicia durante su presidencia, Miguel Tellado, a quien ha colocado, además, de número uno por A Coruña, y a Diego Calvo, presidente del comité electoral nacional, también gallego.
Entre las personas de su máxima confianza que encabezarán candidaturas están la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que repetirá por La Rioja; Elías Bendodo, que será número uno por Málaga, –en el 2019 Pablo Casado colocó a Pablo Montesinos–; Esteban González Pons encabezará la lista de Valencia y tendrá que dejar el Parlamento Europeo; Juan Bravo será el uno por Sevilla, como Carmen Fúnez por Ciudad Real.
Pero la verdadera sorpresa de las listas han sido las candidaturas del PP en Catalunya, sobre todo el cabeza de lista de Barcelona, Nacho Martín Blanco, que hasta el jueves pasado ejercía de portavoz de Ciudadanos en el Parlament.
La incorporación de Martín Blanco responde a un deseo expreso de Alberto Núñez Feijóo, que ve en el político catalán la figura que mejor representa el papel que el líder popular quiere que juegue el PP en Catalunya. Un partido constitucionalista que represente a todos los que no son nacionalistas.
El jueves pasado, Martín Blanco anunciaba su renuncia a los cargos orgánicos e institucionales en el partido y su abandono de Ciudadanos, sobre cuya viabilidad se mostraba muy pesimista, aunque ya anunciaba que no pensaba dejar la “vida pública”, lo que se interpretó como una posibilidad de que acabara en las filas del PP.
Es afirmación fue interpretada como una posible incorporación a las listas, tras la decisión de Ciudadanos de no presentar candidaturas para el 23 de julio.
La designación de Martín Blanco molestó a Ciudadanos, cuya dirección expresó “su profundo malestar y decepción” con él, que ha pertenecido a la dirección hasta el pasado jueves, sin que en ese momento anunciara su pase al PP. La reacción del partido naranja estuvo llena de reproches: “Ahora se entiende mejor por qué Martín Blanco, en el seno del debate sobre nuestra concurrencia o no a las elecciones generales, defendía hace apenas dos semanas la disolución de nuestro partido y nuestro proyecto político.
También el cabeza de lista por Tarragona procede de Ciudadanos. Pere Lluís Huguet fue portavoz de este partido en Salou hasta el mes de febrero. Por Girona irá Concepció Veray, y por Lleida, Dante Pérez.
Mientras, continuan las negociaciones para constituir los gobiernos de los ayuntamientos y las comunidades elegidos el 28 de mayo. Ayer, el portavoz del PP, Borja Sémper, que irá en la lista del PP por Madrid junto a Feijóo, al igual que Cayetana Álvarez de Toledo, estableció una línea roja con Vox. “Alguien que es un maltratador”, que ha sido “condenado por maltrato” no es “una persona que se debiera dedicar al ejercicio activo de la política”. El líder de Vox en la Comunitat Valenciana, Carlos Flores, que Vox tendría intención de que formara parte de la Generalitat, fue condenado a un año de cárcel por violencia machista, en concreto por “violencia psicológica habitual” contra su exmujer y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones.