El incendio mortal en un edificio de La Vila Joiosa no va a más gracias a los materiales
Una sobrecarga en un enchufe provoca la muerte de una mujer, su hijo y su nieto
“El niño de los vecinos pedía a gritos que le ayudaran. Me asomé, pero había demasiado humo. No pudimos hacer nada”. El testimonio, entre sollozos, a la televisión valenciana de Sira Frías, la vecina que vivía puerta con puerta con la familia que murió ayer en el incendio de su vivienda, denota la impotencia y el temor que sufrieron los 120 vecinos a los que la alarma de incendios sacó del sueño la madrugada del pasado lunes en La Vila Joiosa. Sira apenas pudo avisar a su marido y huir de las llamas con su nieta. Ronela, otra de las vecinas afectadas, que atendía a los medios, explicaba las dificultades para ponerse a salvo. “Me despertó la alarma de incendios. No podía salir, estaba desesperada y me tuve que quedar hasta que me sacaron los bomberos”.
Una sobrecarga en un enchufe del salón provocó el fuego, tal y como explicó el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que agradeció la rapidez de la Guardia Civil en esclarecer las causas del incendio. Pese a la rapidez de la intervención de la policía local y los bomberos, no se pudo hacer nada por salvar la vida de una mujer, su hijo y su nieto, de apenas cinco años, que vivían en la puerta 52 de la planta 11.
El incendio se produjo cerca de las 2.30 horas, en una vivienda localizada en la avenida Mariners número 1 de la urbanización de La Cala de la Vila Joiosa (Alicante), en concreto en la torre 3 de un edificio de 24 plantas. Las tres víctimas se suman a las 10 que perdieron la vida en el fatídico incendio del barrio de Campanar, lo que eleva a 13 el número de personas fallecida por fuego en sus viviendas en apenas 11 días.
Para encontrar una cifra similar hay que trasladarse al año 2022 donde un incendio en una residencia de mayores de Moncada provocó la muerte de nueve residentes.
Con todo, el incendio de La Vila Joiosa no fue tan atípico como el de Campanar y se comportó, explican los bomberos, de una forma m·s habitual. El propio presidente valenciano explicó que el hormigón y los ladrillos de la fachada evitaron “una r·pida propagación” del fuego en el inmueble. Todo lo contrario de lo que sucedió hace menos de dos semanas en el incendio del barrio de Campanar, donde las llamas escalaron por toda la fachada y calcinaron tanto el edificio donde se declaró el incendio, como el contiguo.
Como ha publicado este periódico, en este caso, los materiales de la fachada fueron claves en la inmediata expansión del incendio, también causado por un fallo eléctrico. Se sospecha que durante la construcción se podría haber cambiado algún tipo de componente del revestimiento de la fachada, pues, según el proyecto visado, esta debería haber estado levantada por un formado por dos placas de aluminio con un revestimiento de lana de roca, que es totalmente ignífuga. Sin embargo, los arquitectos y especialistas consultados apuntan que la calidad de los materiales fue determinante en la escalada de las llamas.
No sucedió así en La Vila Joiosa, donde el fuego se quedó localizado en la vivienda donde se decretó. De hecho, todos los vecinos, excepto la familia de Sira que fue realojada en un hotel de la localidad –la Generalitat Valenciana ya ha anunciado que pondr· una vivienda a su disposición– pudieron volver a sus casas ayer mismo.
Pese a lo “endiablado” de la hora –en palabras del presidente valenciano– se pudieron desalojar el resto de asviviendas. Mazón explicó que la evacuación no era “necesaria desde el punto de vista técnico”, pero se optó por hacerla para “mayor tranquilidad de los vecinos". Y es que aún resuenan en la cabeza de todos los valencianos las historias de quienes quedaron atrapados por las llamas en Campanar. ●
En apenas 11 días, en Valencia 13 personas han perdido la vida en dos incendios en sus viviendas