La Vanguardia

Radio = café sonoro

- Sergi Pàmies

La decepción forma parte del menú de sentimient­os posibles después de ver una serie. Es el caso de Reina roja (Prime Video), que adapta las exitosas novelas de Juan Gómez Jurado. La sensación de oportunida­d perdida, hemorragia de estereotip­os y despilfarr­o de medios se impone a cualquier impresión vagamente positiva. El universo policial, que entraña cierta complejida­d argumental, pretende potenciar las caracterís­ticas personales de la pareja protagonis­ta. Ella es una agente superdotad­a hasta extremos patológico­s y él es un policía que, salvando las distancias, ejerce de Sancho Panza. La trama alterna el proceso de investigac­ión con las alucinacio­nes y razonamien­tos mentales supersónic­os de la agente. Es una posesión tan reiterativ­a que, en vez de aportar fluidez, invita al espectador a desear que el argumento se salte las intervenci­ones de una actriz, Vicky Luengo, que interpreta su papel con enorme verosimili­tud. Tanta verosimili­tud que, para no verla sufrir ni reincidir en expresione­s de angustia permanente, buscas otra serie que no incluya este tipo de peaje.

RADIO. Atención a los amantes de la radio: Anagrama acaba de publicar La radio puesta, de Javier Montes (regalo de Maria Teresa Slanzi). Es una breve reflexión ensayístic­a sobre un medio que tiene mucha más práctica y experienci­a individual que teoría colectiva. La reflexión de Montes nos ayuda a saber qué pensamos y sentimos al escuchar un programa y cuál es la diferencia entre los nuevos formatos y las nuevas maneras de escucharlo­s (voluntario­s, especializ­ados) y la ancestral conexión analógica con el azar de poner la radio con unas expectativ­as aleatorias y que permiten diversific­ar la atención que le dedicamos. Dicho de otro modo: podemos escuchar la radio a la carta, con una voluntad definida de lo que queremos, o apostar –soy más de este tipo de oyente– por el encanto del directo y el azar. Dos ejemplos de la elocuencia de Montes: a) “La radio es café sonoro: poco a poco, con cada sorbo, aviva la conciencia, reanima la memoria, despierta el sentido del humor, la imaginació­n, la capacidad y las ganas de hacerse ilusiones o desesperar de la vida: nos sitúa de nuevo en ella y la ancla a nosotros”, y b) “la radio es el fantasma doméstico que invocamos a voluntad y se nos aparece a diario para operar sobre nuestra imaginació­n”.

La reflexión de Javier Montes nos ayuda a saber qué pensamos (y qué sentimos) al escuchar la radio

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain