La Vanguardia

El acontecimi­ento literario del año

- Lara Gómez Ruiz

¿Qué habría hecho Gabriel García Márquez de haber estado vivo y paseando por Barcelona el pasado miércoles? Segurament­e, visitar la biblioteca que lleva su mismo nombre, en el distrito de Sant Martí, donde su hijo, Gonzalo García Barcha, presentaba el último libro de su padre. Es decir, de él mismo. Tal vez, Gabo le miraría atónito, pues siempre le dijo que ese manuscrito se debía quemar. “Espero que mi padre nos perdone”, confesaría horas antes en Madrid al periodista Xavi Ayén, experto en el boom latinoamer­icano, y también presente en la cita literaria. La familia hizo oídos sordos y, años después de la muerte del Nobel, entregó las múltiples versiones que existían del texto a un editor que supo ver el tesoro que tenía entre sus manos.

“Si los lectores no dan ese voto de aprobación a la novela – En agosto nos vemos (Random House)– no se reeditará”, advirtió el primogénit­o ante una audiencia que tuvo que solicitar una reserva para poder acudir al acto. El escritor Héctor Abad Faciolince, que asegura haber leído cinco veces la obra, se mostró muy convencido de que eso no ocurriría y de que el público sabría apreciar estas páginas, que llegaron a las librerías el día que el escritor habría cumplido 97 años.

García Barcha también reconoció que “me incomodaba la idea de que esta se convirtier­a en la novela escondida o perdida de cierto autor. Nosotros sabíamos que la novela tarde o temprano iba a acabar saliendo, y es posible que la edición pueda tener una evolución siempre que el texto sea del agrado de los lectores”. Lo que sí distinguió de antemano es la portada de la novela, a cargo del ilustrador David de las Heras, que se levantó tímido cuando desde el escenario pronunciar­on su nombre. Público y ponentes le honraron con un sonoro aplauso.

Ovaciones y felicitaci­ones no faltaron tampoco a principios de semana en la librería +Bernat, donde Gabriel Lara de la Casa, profesor de literatura del instituto escuela Londres de Barcelona, presentaba su primer libro, Literatura a flor de piel (Libros Cúpula), acompañado del crítico, ensayista y catedrátic­o Jordi Llovet. Por supuesto no faltó ninguno de los alumnos a los que el autor da clase. Ni siquiera Pau Petel, un “estudiante estrella que está aquí esta tarde pese a que hoy cumple dieciséis años”.

La pasión por la literatura de Lara es innegable. Tiene el cuerpo tatuado de citas de autores como Lorca o Valle-inclán, que aprovecha para comentar con sus alumnos mientras da clase. “Soy una antología tatuada de lo mejor que he leído”, reconocía una semana antes a La Contra de este diario. Además, confesó a una audiencia que llegaba hasta la calle que “necesito un libro para sentirme acompañado” y que, con una buena lectura y su perro, no necesita nada más.

La semana literaria culminó con Lizzy Stewart, que, por poco, no puede hablar con sus fans de Alison (Errata Naturae), su nueva novela gráfica, considerad­a la mejor del pasado año por diarios como The Guardian, The Telegraph o The Irish Times. La ilustrador­a sufrió un percance a la hora de la comida con una raspa de pescado que la tuvo buena parte de la tarde en el hospital Clínic. Por suerte, todo quedó en un susto y pudo llegar al acto solo diez minutos tarde.

“No quería perderme algo así. No es habitual que los dibujantes de cómic de Reino Unido salgan del país. Sus obras acostumbra­n a estar relegadas al último estante de las librerías. Por eso me esforcé en crear algo que pudiera gustar a todo el mundo, especialme­nte a mi madre y mi hermana”. A juzgar por la interesant­e y espontánea conversaci­ón que surgió el jueves entre autora y lectores, Stewart ha logrado su cometido. ●

El último libro de Gabo, clásicos de la mano de un profesor, y el cómic del año en Reino Unido

 ?? ?? Gonzalo García, hijo de Gabo, junto al periodista Xavi Ayén y el escritor Héctor Abad en Barcelona
Gonzalo García, hijo de Gabo, junto al periodista Xavi Ayén y el escritor Héctor Abad en Barcelona

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain