Cepsa pierde 233 millones por el impacto del impuesto a las energéticas
Por segundo año consecutivo, el impuesto extraordinario, que grava a las empresas energéticas con un 1,2% de sus ingresos, ha llevado a Cepsa a cerrar sus cuentas en números rojos. En el 2023, la compañía abonó por ese concepto a las arcas públicas 323 millones de euros, lo que unido a diversos ajustes de inventario derivó en unas pérdidas anuales de 233 millones de euros.
Pese a ello, su consejero delegado, Maarten Wetselaar, se mostró ayer confiado en el futuro. “La robusta política financiera de Cepsa proporciona una base sólida para financiar nuestra transformación y seguir construyendo sobre el significativo progreso conseguido hasta la fecha”, aseguró en la información remitida al mercado.
Pese a que el Gobierno español no ha renunciado a este gravamen, como esperaba el sector energético, sí que se ha mostrado partidario de un modificación que podría estar ligada a la inversión de las compañías en energías renovables. De ser así, la cuenta de resultados de Cepsa podrían tener un fuerte alivio en el 2024 dada su fuerte apuesta por las energías renovables diseñada en su estrategia Positive motion.
El resultado neto de la empresa en el 2023, quitando impuestos, arroja un beneficio de 278 millones de euros, principalmente derivado de la venta de su negocio de exploración y producción en Abu Dabi. Una operación destinada a rebajar el peso de los combustibles fósiles y conseguir liquidez para su gran apuesta del hidrógeno verde y los combustibles renovables.
En cuanto a la evolución propia de la actividad de la compañía, el resultado bruto de explotación ajustado, que facilita la comparación con la actividad de años anteriores, alcanzó los 1.402 millones de euros.
En el ámbito financiero, Cepsa redujo su deuda un 17%, hasta los 2.291 millones de euros, y la liquidez se situó en 4.359 millones de euros al final del periodo, un 8% más que en el 2022.
El monto total de inversión se mantuvo prácticamente estable en 732 millones de euros, frente a los 743 millones de euros en el 2022, pero no su destino. En el 2023 la cuantía dedicada a inversiones sostenibles se incrementó un 56% respecto al año anterior hasta alcanzar los 289 millones de euros. La compañía reforzó su cartera de biocombustibles para aviación, barcos y trenes, así como sus proyectos de hidrógeno verde con un fuerte impulso al Valle de Hidrógeno en Andalucía y las conexiones marítimas con Europa. ●
Las inversiones en carburantes sostenibles e hidrógeno verde crecieron un 56%