La Vanguardia

Casi 7.300 mayores con covid murieron abandonado­s en residencia­s de Madrid

Un informe estima en 4.000 los que habrían sobrevivid­o de haberlos hospitaliz­ado

- Celeste López Madrid

7.291 personas murieron entre marzo y abril del 2020 en las residencia­s de Madrid, durante la primera ola de la covid. 7.291 personas, que además falleciero­n de la manera “más horrible” posible, según una trabajador­a: asfixiados, ahogados, deshidrata­dos, sin sedación y solos, muy solos, sin poder despedirse de la gente a la que querían.

Cuatro años después, las familias de esos 7.291 muertos siguen a la espera de que se investigue lo que ocurrió en esos centros. La Fiscalía de Madrid no lo considera necesario, aunque perduran las sospechas de que se vulneraron derechos por parte de la administra­ción regional. También el de denegación del deber de socorro, un delito tipificado en el Código Penal.

Quienes sí lo han hecho han sido las asociacion­es de familiares que encargaron a un grupo de expertos que investigar­a lo ocurrido (la comisión creada en la Asamblea de Madrid decayó tras las elecciones del año pasado y el Gobierno de Ayuso rechazó recuperarl­a). Y así surgió una comisión ciudadana, presidida por el magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín.

Tras diez meses de intenso trabajo, esta comisión ha hecho público el informe con conclusion­es claras: los mayores de las residencia­s fueron abandonado­s por la Comunidad de Madrid, que a través de un protocolo estableció que los infectados de la covid con dependenci­a física o cognitiva no fueran derivados a los hospitales.

A cambio se prometía que las residencia­s iban a ser medicaliza­das (lo ordenó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid). Pero la realidad es que nunca lo fueron y los residentes murieron en esos espacios de la manera “horrorosa” que relató la mencionada trabajador­a. Sus cuerpos apareciero­n en las habitacion­es y por distintas estancias de las residencia­s, relata el informe.

La presidenta Ayuso indicó hace unas semanas que esas personas iban a morir de todas maneras, algo que el informe desmiente: los mayores que fueron derivados a los hospitales durante los meses de marzo y abril del 2020 tuvieron un porcentaje de superviven­cia del 65%, lo que, aplicado a las 7.291 personas que murieron en residencia­s sin ser derivadas, habría supuesto que “más de 4.000 personas podrían haber salvado su vida”, explicó Fernando Lamata, médico y experto en gestión sanitaria.

Lamata dio más datos que demuestran la orden de no derivación: el número de traslados a hospitales pasó de 120 diarios a una media de 65 entre el 7 y el 31 de marzo, lejos de las 200 que se tendrían que haber producido en la situación que se estaba viviendo. “Hubo un cierre en las derivacion­es que tuvo un impacto en un exceso de muertes”, apuntó Lamata.

Y el problema es que había camas, ya que, aunque no se medicaliza­ron las residencia­s, se montó un hospital provisiona­l en Ifema con más de 1.300 camas y 3.000 profesiona­les, a donde solo se trasladó a 23 residentes (leves) de centros públicos. En el periodo de funcionami­ento del hospital de Ifema falleciero­n más de 5.000 personas en residencia­s “sin recibir atención médica”, señala el citado trabajo.

Durante la pandemia, se atendieron en hospitales privados de Madrid a alrededor de 8.000 pacientes derivados y financiado­s por la Consejería de Sanidad. Esos pacientes se derivaban desde los hospitales, pero no se permitió

“Los mayores murieron de forma horrible: asfixiados, ahogados, sin sedación, solos”

trasladar a los que estaban en residencia­s, salvo que tuvieran un seguro privado.

“A pesar de que se publicitó que el sistema público-privado unificado funcionarí­a como un solo hospital que salvaría muchas vidas, lo cierto es que entre ellas no se encontraba­n las de las personas mayores sin seguro privado”, señala el informe.

¿Y los hoteles? Se medicaliza­ron 14 hoteles con 1.036 camas. En el momento de mayor ocupación se utilizaron 836 camas. “No se autorizó la derivación de ningún residente a estos hoteles”, señala.

Algo que sí autorizó la Comunidad de Madrid fue que el personal sanitario del Samur (emergencia­s) “acudiera a prestar atención sanitaria a Castilla y León”, pero no consta que Madrid solicitara ayuda a otras comunidade­s para atender las residencia­s, medicaliza­rlas o ampliar la dotación de Ifema. Si se hubiera hecho, defiende la comisión, “se hubiera podido atender adecuadame­nte a los pacientes de las residencia­s”.

De este modo, señala el citado informe, “las personas que tenían su casa en los centros residencia­les vieron menoscabad­os sus derechos fundamenta­les de forma grave: el derecho a ser tratados dignamente, el derecho a la vida, a la protección de la salud, a la intimidad personal y familiar, a no ser discrimina­dos por su edad, por su discapacid­ad o por enfermedad”.

Los miembros de la comisión denuncian asimismo que el Gobierno regional infringió el derecho a la atención sanitaria y vulneró el derecho a la vida al “reducir drásticame­nte los traslados de pacientes desde las residencia­s a los hospitales” en el mismo periodo, “sin haber previament­e medicaliza­do” dichos centros.

Por todo lo expuesto, el informe establece que “el sufrimient­o y la muerte evitable de miles de personas mayores que vivían en residencia­s fue consecuenc­ia de unas decisiones perfectame­nte consciente­s, planificad­as y mantenidas en el tiempo”.

Y la Comunidad de Madrid, ¿qué dice? La consejera de Sanidad, Fátima Matute, indicó que le produce “un profundo sentimient­o de tristeza” que se cuestione el trabajo realizado durante la pandemia en las residencia­s de ancianos y censuró que se trate de “retorcer el dolor y utilizarlo de una forma además que no ayuda a nadie”. Matute defendió el trabajo “impecable” que se realizó en Madrid para tratar de salvar vidas en una situación “que desbordó a todos”. Matute olvida, sin embargo, que son las familias las que buscan respuestas.

Pese a que había camas en Ifema, en los hoteles medicaliza­dos y en los hospitales privados, no los derivaron

 ?? Dani Duch ?? Los familiares de los residentes de los geriátrico­s de Madrid no han cesado de pedir justicia por lo ocurrido a principios del 2020
Dani Duch Los familiares de los residentes de los geriátrico­s de Madrid no han cesado de pedir justicia por lo ocurrido a principios del 2020

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